El de ayer no fue un buen día para el Partido Socialista, al que el canon digital continúa dándole más de un quebradero de cabeza. El último disgusto le ha llegado desde la Cámara Alta de donde ha salido, rumbo al Congreso, una enmienda que emplaza al Ejecutivo a eliminar el canon digital en el plazo de un año. Para más inri, la enmienda fue presentada y defendida por la Entesa Catalana de Progrés, es decir, el tripartito catalán en el Senado. Una iniciativa de la Esquerra, IU y el PSC que a buen seguro será percibida en Ferraz como un regalo navideño envenenado de sus socios principales y compañeros de partido en el peor momento electoral. Además, también los populares (por error) votaron a favor de modificar la Ley de Propiedad Intelectual para eliminar el canon. La Entesa justificó su decisión en la consideración de que se trata de un impuesto "injusto y discriminado". Así las cosas, el próximo pleno del Congreso tendrá que votar a favor o en contra de la polémica enmienda. Salgan las cosas como salgan, para los socialistas el asunto tiene difícil solución. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el canon digital no es un asunto baladí. Bajo el lema "todos contra el canon" se ha aglutinado un importante movimiento social que pretende frenar lo que consideran una imposición injusta, que penaliza a todos los ciudadanos por igual y convierte en legal una actividad ilegal. Así las cosas, sólo una rectificación en el Congreso salvaría la cara al Gobierno. El equipo de Zapatero tiene una última oportunidad para rectificar su intención de sacar adelante una carga, de carácter preventivo, que atenta contra el derecho constitucional de la presunción de inocencia.