Alemania

Las cinco claves de la debacle histórica de Brasil ante Alemania

    David Luiz, junto a Thiago Silva al finalizar el partido. Foto: EFE.


    Alemania vapuleó a Brasil en Belo Horizonte en un partido que será recordado como uno de los más trascendentes de la historia del fútbol. En una lección táctica y de buen juego, los pupilos de Joachim Löw propinaron una humillación histórica a los anfitriones del Mundial, que se encuentran ante un desastre de proporciones bíblicas. De esta deblacle se sacan el limpio cinco factores que explican la catástrofe de la canarinha.

    1- El centro del campo: fue el factor diferencial. Alemania cuajón un partido excelso en esta zona del campo, tanto ene ataque como en labores defensivas. Mientras que Khedira, Kroos y Schweinsteiger asfixiaron la salida de balón de unos inoperantes Fernandinho y Luiz Gustavo, Özil, Müller y hasta los propios Kroos y Khedira llegaban en tromba y pocos pases al área de Julio César.

    Los alemanes se cansaron de robar balones y crear ocasiones, sobretodo en la primera parte. La superioridad técnica y numérica en la media se hizo patente durante todo el partido y supuso el principio del fin para los de Scolari.

    2- Las ausencias brasileñas: Brasil notó en demasía sus dos bajas para la semifinal. Sin Thiago Silva en la defensa, tuvo un agujero atrás que David Luiz no pudo parar solo. Para muestra un botón, viendo al nuevo jugador del PSG intentando tapar huecos desesperadamente en el primer gol de Müller.

    Lo de Neymar se explica por sí solo. Porque Brasil tuvo dependencia de su líder. La escuadra sudamericana careció de referente, de lámpara que frotar cuando nada sale bien. Sin las soluciones, el carisma, el talento y el liderazgo natural de Neymar, Brasil fue una caricatura de sí misma.

    3- La delantera: otro factor a tener en cuenta. A sus 36 años, Miroslav Klose también fue una pesadilla para los centrales brasileños. No dejó de filtrarse entre líneas, adaptándose a la perfección al juego de toque que ha implantado la selección germana. Metió el 0-2 y se convirtió en el máximo goleador de la historia de los Mundiales.

    Todo un mundo diferente si se le compara con Fred. El ariete brasileño, solo arriba casi todo el partido, mostró sus carencias al mundo entero. No pudo encontrar recursos en los pocos ataques de su equipo, evidenciando lo que ya se barruntaba en los anteriores partidos: que Brasil cojea en la delantera.

    4- El factor psicológico: algo muy hablado en los días previos y que se demostró ayer. El equipo brasileño se vio paralizado en cuanto atisbó que podía perder el partido. No pudo soportar la presión de un país que vive por y para el fútbol y que asistió conmocionado su fracaso.

    Las imágenes hablaban por sí solas al término del partido. Los jugadores, llorando, se derrumbaron con el pitido final. No podían aguantar más las expectativas creadas. No es casualidad que Scolari tuviese que recurrir a un grupo de psicólogos para tratar de canalizar tanta emoción. Brasil, más que ansiedad por ganar, tuvo mucho miedo de perder.

    5- La traición de Scolari: el seleccionador pagó las consecuencias de una traición a largo plazo, la del estilo que ha caracterizado siempre a Brasil. Su fútbol de armazón se vio sin alternativas cuando Alemania estaba por delante en el marcador, y tampoco supo taponar la sangría con sus cambios.

    Scolari recibió un baño de Löw y es el personaje más tocado por la derrota. En la rueda de prensa posterior al encuentro, aseguró que no pensaba dejar la selección. Pero esta derrota podría cobrarse su cabeza por parte de la Federación. Es señalado como el máximo culpable.