Motor
Toyota sufre por los aranceles: reduce la previsión de crecimiento de su año fiscal un 14% y espera un golpe de 8.150 millones
- Los gravámenes le cuestan 2.620 millones en el primer trimestre fiscal
- Gana un 37% menos en este periodo
- Toyota se niega a ceder ante Trump y no instalará más fábricas en EE.UU.
Diego Estebanez García
Madrid,
Toyota tampoco escapa del golpe arancelario de Estados Unidos. El mayor grupo automovilístico del mundo por volumen de ventas ha registrado un impacto de 450.000 millones de yenes (2.260 millones de euros al tipo de cambio actual) en su primer trimestre fiscal (de abril a junio) a causa de las tarifas impuestas por la Administración de Donald Trump a las importaciones de automóviles el pasado abril. Por lo que ahora, el gigante nipón ha recortado su perspectiva de beneficio neto atribuido un 14% interanual para su año fiscal 2026.
El grupo automovilístico, dueño de las marcas Toyota y Lexus parecía tener un mejor pronóstico que otros fabricantes previo a presentar sus resultados financieros, ya que a pesar de las tarifas del 27,5% impuestas por el Gobierno estadounidense consiguió incrementar su volumen de ventas internacional un 7% interanual, y en Norteamérica incluso crecieron un 12% entre abril y junio.
El fabricante japonés que tiene su ciudad corporativa en la prefectura de Aichi ha anotado en su previsión de cierre de año fiscal impacto arancelario de 1,4 billones de yenes (8.150 millones de euros), que afectará principalmente a su beneficio operativo, el cual espera que cierre en los 3,2 billones de yenes (18.631 millones de euros) un 16% por debajo de su anterior pronóstico realizado al cierre del año fiscal pasado.
Además, Toyota espera obtener a finales de marzo del próximo año un beneficio neto atribuido de 2,6 billones de yenes (15.482 millones de euros), un 14% por debajo de su anterior pronóstico y casi la mitad (-44%) de las ganancias que obtuvo al cierre del ejercicio pasado por el impacto de los aranceles.
Con todo, en América del Norte, Toyota ingresó un 6,2% anual más en el trimestre pasado, aumentando asimismo su facturación un 3,5% más en Europa, hasta 5,3 y 1,56 billones de yenes (30.847 y 9.079 millones de euros), mientras que anotó caídas en Asia (-4,4%) y Japón (-0,3%). El fabricante, así, registró una cifra de negocio de 12,25 billones de yenes (71.343 millones de euros), un 3,5% más que en el mismo periodo del año anterior.
La política comercial ha impactado a Toyota más allá de los aranceles generales que afectan sus exportaciones desde Japón. La compañía tiene fábricas en México y explica que ha tenido que asumir tanto los costes derivados de los aranceles que pagan sus proveedores, como los efectos de las exenciones y reducciones arancelarias aplicables. Esto afecta tanto a los vehículos terminados fabricados en EE. UU. como a las piezas incluidas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Por tanto, el grupo nipón ha visto afectado su beneficio operativo, que en el primer trimestre de su año fiscal 2026 cayó un 11% respecto al mismo periodo del año anterior, finalizando en los 1,16 billones de yenes (6.787,31 millones de euros). El mayor fabricante de automóviles de Japón cierra así el primer trimestre de su año fiscal con una caída de 36,9% interanual en su beneficio neto atribuido, ganando 841.345 millones de yenes (4.896 millones de euros).
Los aranceles que Trump impuso en abril y mayo a las importaciones de vehículos y componentes de la automoción han afectado los resultados financieros de todos los grandes grupos automovilísticos a nivel mundial. Y aunque el presidente de Estados Unidos negoció el mes pasado un acuerdo con Japón -similar al que concretó unos días después con la Unión Europea— del 15% a las importaciones de bienes a ese país, estos recargos impactarán en el año fiscal de Toyota. "Sinceramente, es muy difícil para nosotros predecir qué sucederá con el entorno del mercado", ha comentado el director financiero de Toyota, Takanori Azuma, durante una sesión informativa recogida por Reuters.
Expansión en Japón
A pesar de la previsible persistencia de Donald Trump en su política comercial, Toyota no espera que sus ventas a nivel global disminuyan. De hecho, mantiene la previsión de cerrar el año con un volumen de ventas de 9,8 millones de unidades. Y en la región de Norteamérica, espera cerrar su año fiscal 2026 en marzo del siguiente año, entregando 20.000 unidades más que su anterior previsión, con un total 2,96 millones.
"Hemos continuado realizando inversiones integrales y mejoras como el aumento de las ventas unitarias, la reducción de costes y la expansión de las ganancias en la cadena de valor, minimizando así los impactos negativos", comenta el grupo automovilístico japonés.
En este sentido, Toyota ha anunciado que planea adquirir terrenos en el área de Teihoucho de la ciudad de Toyota, prefectura de Aichi, donde tiene su sede para establecer una nueva planta de fabricación de vehículos. El fabricante tiene previsto que la operación de las nuevas instalaciones comience a principios de 2030 y los modelos de producción se determinarán en el futuro.
La construcción de esta planta incluirá a la prefectura de Aichi, y a los residentes locales, en un esfuerzo por incluir a todas las partes interesadas. Además, quiere mantener una capacidad de producción de 3 millones de vehículos en Japón, por lo que con este proyecto quiere desarrollar "planta del futuro" en el que pueda incluir nuevas tecnologías dependiendo la demanda del mercado.