Wall Street ha dejado pasar este martes su sesión casi en compás de espera. Por un lado, los índices estadounidenses parecen no creerse el acuerdo entre Donald Trump y Kim Jong-Un para normalizar las relaciones y avanzar hacia la desnuclearización de Corea. Por otra parte, los inversores esperaban a que el miércoles se concrete la subida de tipos de interés de la Reserva Federal.
Al cierre de las operaciones, el Dow Jones de Industriales se dejó un escaso 0,01% hasta los 25.320,73 puntos, mientras el S&P 500 crecía un 0,17% hasta los 2.786,85 enteros y el tecnológico Nasdaq Compuesto repuntaba un 0,57% hasta las 7.703,79 unidades.
En el apartado macroeconómico, el IPC en EEUU se ha situado en el 2,8% en mayo, una décima más de lo previsto. Por su parte, el subyacente (no tienen en cuenta alimentos ni productos energéticos) se ha situado en el 2,2% en términos interanuales, mientras que en términos mensuales se ha colocado en el 0,2%, un décima por encima de lo esperado.
Entretanto, seguía con atención la reunión de dos días que inició hoy el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed, en la que se anticipa se definirá un nuevo ajuste de los tipos de interés y se darán pautas de la marcha de la economía estadounidense.
Por sectores, los mayores avances fueron hoy para el de las empresas de servicios públicos (1,29%), las inmobiliarias (0,58%) y las tecnológicas (0,58%), mientras que los retrocesos los encabezó el sector energético (0,75%) seguido del financiero (-0,33%).
Entre los valores del Dow Jones, las mayores pérdidas fueron para Verizon (-1,01%), Exxon Mobil (-0,81%) y Travelers (-0,70%). Mientras tanto, Home Depot (0,84%), Caterpillar (0,76%) y Visa (0,72%) obtuvieron los avances más importantes.
En otros mercados, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió hoy al cierre, hasta los 66,36 dólares el barril, mientras que el rendimiento del bono del Tesoro a diez años avanzaba hasta el 2,964%. Asimismo, al cierre de Wall Street el oro bajaba hasta 1.299,70 dólares la onza y el dólar ganaba terreno ante el euro, que se cambiaba a 1,1747 dólares.