
Distintos organismos, incluido la CNMV, han alertado sobre el riesgo que conlleva invertir en criptodivisas. En un documento de preguntas y respuestas dirigido a las empresas Fintech, no obstante, el regulador aclara que, desde el punto de vista legal, el camino para crear fondos que inviertan directamente en ellas está despejado. Eso sí, solo podrán acceder a ellos los inversores profesionales.
Es la primera vez que la CNMV elabora un documento sobre esta temática para aclarar dudas. En él se manifiesta que la vía para poner en marcha un fondo que invierta directamente en criptomonedas pasa por crear una entidad de inversión colectiva de tipo cerrado (EICC). A partir de ahí podrá adoptar dos formas: o fondo (FICC) o sociedad (SICC), no sujetas a la supervisión de la CNMV.
En el caso de que se decante por la primera carcasa, la de fondo, deberá estar registrado en la CNMV y no habrá un patrimonio mínimo para su constitución. Podrán gestionarlo o bien una sociedad gestora de tipo cerrado que tengan un capital social mínimo de 125.000 euros o bien una sociedad gestora de inversión colectiva nacional o internacional autorizada a gestionar productos cerrados. Las internacionales, no obstante, deberán tener pasaporte europeo para operar en España.
Asimismo, se podría considerar la posibilidad de usar la figura de las sociedades autogestionadas. Para constituir una se precisa un capital social mínimo inicial de 300.000 euros.
En cualquier caso, la venta de participaciones del producto, adopte la forma que adopte, solo podrá hacerse entre inversores profesionales.
Problemas en la práctica
Desde el regulador recuerdan, no obstante, que estas figuran plantean problemas en la práctica. En concreto señala tres: cómo cumplir con la normativa de valoración de los activos, la gestión de la liquidez y la garantía de custodia.
La CNMV dice estar observando el fenómeno del aumento de la inversión en monedas virtuales "con preocupación" debido a los posibles riesgos que esta inversión puede implicar para la protección del inversor, especialmente minoristas, y la estabilidad e integridad de los mercados.