
El 24 de agosto de 2015 las bolsas europeas vivieron una de las peores jornadas de su historia: los principales índices del Viejo Continente arrancaron la semana con descensos que llegaron a superar el 5% en casi todos los casos, debido al miedo que estaba generando China en el mercado con su devaluación del yuan -dos semanas antes el gigante asiático devaluó su divisa para ganar competitividad con sus exportaciones, un movimiento que amenazaba con generar una oleada de deflación en el mundo-.
Hoy, la bolsa española está lejos de recuperar los niveles previos a esa fatídica jornada, cuando cerró en los 10.271,7 puntos: el Ibex 35 se encuentra ahora un 16% más abajo, y sólo 12 valores del selectivo han conseguido subir durante este periodo.
Y es que los meses posteriores al crash chino no han sido precisamente un camino de rosas para las empresas del parqué español, especialmente en enero, cuando el arranque de año llegó con una nueva devaluación China y otro desplome de la bolsa: el Ibex 35 cedió un 7,6% ese mes, la segunda caída mensual más fuerte de todo el año, sólo superada por el descenso que provocó el Brexit en junio: un retroceso del 9,6%.
Además, no hay que olvidar que la debilidad del sector bancario también ha pesado en el mercado, principalmente en aquellos con una fuerte exposición a las entidades como España e Italia. Asimismo, también está influyendo la incertidumbre que está generando entre los inversores la posibilidad de que Donald Trump gane las elecciones en Estados Unidos.
Ahora, Hernán Sánchez, analista de CMC Markets, destaca que "las caídas que se produjeron en agosto del año pasado en los mercados financieros como consecuencia de la crisis bursátil en China, y que volvieron a producirse a principios del año 2016, han influido en gran medida en la evolución del último año de los mercados europeos".
La banca, la más bajista
El sector más castigado durante el último año ha sido el bancario: las siete entidades que cotizan en el Ibex 35 -Bankia, Bankinter, BBVA, CaixaBank, Popular,Sabadell y Santander- han perdido un 36% de media en este periodo, lastrados por otro de los grandes problemas que ha amenazado a la bolsa y a la economía europea durante los últimos meses: la mala salud del sector financiero en un contexto de bajos tipos de interés y una elevada regulación en su contra, además del miedo del mercado de que los bancos europeos tengan una exposición elevada a créditos dudosos.
Así, todos los bancos españoles que cotizan en el Ibex 35 pierden más de un 30% en 2016, con la única excepción de Bankinter, que sólo pierde un 6,9% en el año, gracias, en parte, a que tiene muy baja su morosidad y logra la mayor rentabilidad sobre sus recursos propios del sector.
"La prima con la que la entidad cotiza frente al resto del sector incorpora en gran medida la calidad de sus activos (tiene la menor mora del sistema, 3,95%), su solvencia (de las mejores, con una ratio de capital teniendo en cuenta los requisitos de Basilea del 11,6%) y la mejor evolución del negocio de Bankinter (en términos de ingreso recurrente es más resistente que el resto)", explica Nuria García, de Ahorro Corporación.
Fuera del sector financiero, algunas firmas españolas no sólo han conseguido esquivar las pérdidas en este periodo, si no que incluso consiguen revalorizarse con fuerza en el parqué. El caso más destacable es el de Gamesa, que consigue subir más de un 58% en los últimos 12 meses. La compañía comunicó el pasado mes de junio un acuerdo con Siemens, que se conocía desde hace meses, para fusionar sus negocios de aerogeneradores, creando una de las mayores firmas del mundo en este aspecto. Por su parte, las subidas de casi el 30% que ha experimentado Aena en 2016 están ligadas a los buenos resultados de la firma aeroportuaria: durante la primera mitad del año consiguió beneficios de 492,3 millones de euros, casi un 80% más que en el mismo periodo del año anterior.
Cuidado con China
El gigante asiático sigue presente en la cabeza de muchos inversores, y no son pocos los expertos que avisan de que la situación no está ni mucho menos solucionada, y que China podría volver a dar un susto a los mercados.
Albert Enguix, analista de GVC Gaesco, explica que la segunda mitad del año puede traer riesgos por parte del país: "Ahora mismo el mercado tiene el foco puesto en el Brexit, en las elecciones en Estados Unidos... antes que en China. Sin embargo, nosotros prevemos un aumento de la incertidumbre por China, ya que estimamos que se vayan a publicar malos datos macroeconómicos".
Y es que, "el plan fiscal que implementó el Gobierno chino ha estado vigente durante los dos primeros trimestres pero ya ha terminado, algo que puede hacer que los datos macro empeoren en el futuro. De hecho, estamos viendo cómo algunos datos importantes, como importaciones, exportaciones y algunos medidores de confianza, están siendo peores de lo estimado. Hay que tener muy en cuenta a China; va a ser un factor muy importante en lo que queda de año", concluye Enguix.
Hernán Sánchez añade que "actualmente esta incertidumbre sobre la economía China no se ha disipado del todo, ya que el cambio de modelo de crecimiento que está intentando llevar a cabo el gobierno chino, desde una economía manufacturera y exportadora hacía otra en la que el sector servicios y el consumo interno tenga más peso, no estará exenta de dificultades".