
Granada, 8 ago (EFE).- La localidad granadina de Píñar regresa al pasado para celebrar la XII fiesta troglodita, una jornada en la que el municipio luce según los cánones prehistóricos, enseña a fabricar flechas y crear fuego y se paga con 'europiedras' para promocionar su Cueva de las Ventanas, habitada desde época Neandhertal.
Cualquier tiempo pasado fue mejor. O no. Y para el que quiera comprobarlo, Píñar (Granada) viaja una vez al año a la prehistoria para recuperar el sabor de la cocina Neandhertal, la satisfacción de crear fuego frotando palitos más allá de la vitrocerámica y vestir como marcan los cánones prehistóricos.
El municipio granadino promociona en 'taparrabos' uno de sus principales atractivos, la Cueva de las Ventanas que sirvió de hogar a los vecinos de Píñar de hace 30.000 años, con su XII fiesta troglodita.
Hasta el alcalde, Jerónimo Hurtado, deja hoy el 'uniforme' de regidor para vestir al más puro estilo de Los Picapiedra y formar parte como un vecino más de su alegoría prehistórica.
Para que a nadie le falte un detalle, el Ayuntamiento ha ofrecido esta mañana talleres para aprender a hacer abalorios y adornos prehistóricos, construir flechas y azagayas y pintar murales rupestres con los que inmortalizar la jornada con una autofoto 'selfie' troglodita.
Una charanga ha recorrido las calles del municipio para conducir hasta el pasado a vecinos y visitantes que, con algún anacronismo como su tren turístico, han podido visitar la Cueva de las Ventanas y conocer con más detalle cómo eran los antepasados a los que imitar durante toda la jornada de hoy.
El menú para reponer fuerzas llega con sabor troglodita primero con el tentempié municipal de conejo cocinado a la brasa y almendras fritas y después con la colaboración de los bares y restaurante locales, que hoy sólo cocinan como antaño, con aderezos de hierbas, productos prehistóricos y alguna que otra trampa a modo de microondas.
Para degustar estos manjares, los vecinos y visitantes pueden pagar con 'europiedras', la moneda que circula el Píñar durante toda la semana y que aceptan los comercios locales en una apuesta más por defender su pasado con una promoción turística con mucho futuro.
"Se ponen en circulación unas 1.500 unidades de 'europiedras', que valen un euro y se hacen con arcilla y con diferentes diseños cada año porque muchos vecinos y visitantes las coleccionan", ha detallado a Efe el alcalde local.
Tras el atracón de carne con hierbas aromáticas, Píñar celebra su 'guerra de clanes', una especie de olimpiadas prehistóricas en las que los vecinos compiten para demostrar la destreza en el tiro con arco, habilidades de caza con flechas y otras 'ligas futboleras' de la época Neandhertal.
"Se trata de promocionar y difundir los valores del municipio y su Cueva de las Ventanas, uno de los ejes turísticos de Píñar y que visitan cada año más de 30.000 personas", recuerda Jerónimo Hurtado.
La Cueva de las Ventanas está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y Monumento natural de Andalucía y gran parte de su recorrido tiene la accesibilidad acondicionada para cualquier tipo de visitante.
María Ruiz