Calma y normalidad en las primeras horas de operación del Novo Banco de Portugal

Lisboa, 4 ago (EFE) - La calma es la nota dominante en las oficinas del Novo Banco, entidad surgida de la segregación de activos del Banco Espírito Santo (BES), que hoy ha comenzado a operar con total normalidad.

En la sede central, situada en la Avenida Liberdade, la principal arteria de Lisboa, el flujo de clientes es el de cualquier otro día, así como en las agencias de los alrededores.

Los mensajes de tranquilidad lanzados por el Gobierno y por el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, en el sentido de que los depósitos privados no se verán afectados por la reestructuración del banco, parecen haber calado entre los usuarios de los servicios de esta entidad.

De momento, el cambio no se percibe ni en el exterior ni en el interior de las oficinas, donde se mantiene el logotipo de toda la vida del BES.

Donde sí se puede comprobar es en la página web de la entidad, que ha sido modificada por completo y en la que puede leerse en el centro "Novo Banco, más fuerte y más seguro".

Ese es el lema que lanzó Víctor Bento, el hombre designado para liderar el Novo Banco, tras conocerse todas las medidas de la reestructuración del antiguo BES.

"Para nuestros clientes y colaboradores solo ha cambiado una cosa: su banco está ahora más fuerte y seguro que antes", dijo.

El Nuevo Banco, añadió, deja atrás "las incertidumbres que amenazaban la institución" y se lleva consigo todos los ingredientes necesarios para convertirse en una de las principales instituciones financieras del país.

Vítor Bento hacía estas declaraciones después de que el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, anunciase la segregación de los activos del BES en dos entidades: el Nuevo Banco, al que se transfieren los activos 'buenos' y el llamado por los analistas 'banco malo', que se quedará con el nombre y con los activos tóxicos y problemáticos.

El Nuevo Banco nace con un capital social de 4.900 millones de euros procedentes del Fondo de Resolución, un instrumento creado en 2012 en el marco de la Unión Bancaria europea y financiado por instituciones financieras y bancarias lusas.