Nueva York, 23 ago (EFECOM).- La bolsa de Nueva York registraba una leve tendencia al alza en la apertura de hoy, alentada por la caída del crudo y la bajada de los intereses de los bonos a largo plazo, y pese a la fuerte caída de las ventas de viviendas nuevas en EEUU.
Cincuenta minutos después de la apertura, el promedio Dow Jones de Industriales, el más importante de Wall Street, anotaba un alza de 21,29 puntos, o un 0,19 por ciento, hasta los 11.319,19, tras perder 41,94 unidades el miércoles.
El mercado tecnológico Nasdaq registraba a esa hora una subida de 2,05 puntos, o un 0,1 por ciento, hasta 2.136,71 unidades, luego del descenso de 15,36 puntos de la jornada pasada.
El selectivo S&P 500 avanzaba 2,44 puntos, o un 0,19 por ciento, hasta las 1.295,43 unidades, tras la caída de 5,83 puntos del miércoles.
Por su parte, el tradicional NYSE subía 13,05 puntos, un 0,16 por ciento, hasta las 8.333,24 unidades.
A esta hora, el mercado tradicional NYSE movía un total de 265 millones de acciones y el Nasdaq 314 millones.
De las empresas contratadas en el mercado neoyorquino, 1.758 subían, 1.117 bajaban y 170 se mantenían sin cambios.
En el mercado secundario de deuda, las obligaciones a diez años registraban una leve subida en los precios, de forma que su rendimiento, que se mueve en sentido inverso al valor, bajaba al 4,8 por ciento, desde el 4,81 por ciento del cierre del miércoles.
En la jornada de hoy el barril de petróleo tipo Texas para entrega en septiembre se negociaba a 71,55 dólares, 0,21 dólares por debajo del cierre del miércoles, lo que permitía que el mercado contara con un soporte en la mañana de hoy.
Esta mañana se informó también de que la venta de viviendas nuevas cayó a un ritmo anual de 1,07 millones en julio, de acuerdo a la Oficina del Censo de EEUU, desde los 1,12 millones de junio y por debajo de los 1,11 millones que esperaban los analistas.
Estas cifras se conocen luego de que ayer se informara de que las ventas de viviendas usadas bajaron un 4,1 por ciento en julio, a una tasa anual de 6,33 millones, el nivel más bajo desde enero de 2004 y por debajo de los 6,6 millones de junio, según datos de la asociación nacional de corredores de propiedades de EEUU.
Las ventas de viviendas usadas cayeron un 11,2 por ciento respecto de julio del año pasado, y la oferta de viviendas equivale a la demanda de 7,3 meses, el cociente más alto desde 1993.
Aunque estas cifras reafirman las previsiones de que las autoridades no seguirán subiendo los tipos de interés, inquietan a muchos analistas, por cuanto podrían estar indicando un freno demasiado brusco de la actividad inmobiliaria, que se cree ha sido uno de los motores de crecimiento más importantes de la economía estadounidense en los últimos años.
Los analistas temen que un enfriamiento brusco del mercado de bienes raíces se traduzca en un freno en el gasto y el consumo que afecte al resto de la actividad económica, y de allí que las cifras de ayer y hoy inquieten a muchos expertos. EFECOM
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