Londres, 26 mar (EFECOM).- La Autoridad de los Servicios Financieros (FSA, en sus siglas en inglés), regulador financiero británico, admitió hoy fallos durante su supervisión del Northern Rock, el banco hipotecario que entró en crisis en verano de 2007 y que finalmente fue nacionalizado el pasado febrero.
La FSA indicó en un comunicado que la supervisión del Northern Rock no fue "adecuada" y que le faltó "calidad, intensidad y rigor".
Estas carencias forman parte de los cuatro fallos que la Autoridad reconoció en un informe que publicó hoy.
El regulador admitió que no trabajó de forma suficiente con la dirección del banco para determinar la "vulnerabilidad" de su modelo de negocio como consecuencia del cambio en las condiciones del mercado tras las crisis crediticia mundial.
Asimismo, señaló que había habido una "falta de intensidad" en asegurar que toda la información disponible sobre el riesgo de la situación se utilizara de forma adecuada y que los recursos dedicados de forma específica a la supervisión fueron "inadecuados".
Pese a todo, la FSA aseguró que la supervisión del Northern Rock no refleja la práctica general del regulador.
Junto a estos fallos, la Autoridad anunció hoy un programa que ampliará la supervisión del sector financiero que en la actualidad lleva a cabo.
Las medidas incluyen la creación de un grupo de especialistas que asegure que se cumplen los procedimientos establecidos, una mayor atención a la situación de liquidez de las entidades, el incremento del personal dedicado a compañías que puedan estar afectadas por la crisis y una mejora de la preparación de los trabajadores de la FSA.
El director ejecutivo de la FSA afirmó que este programa es la respuesta del regulador a la "debilidad" mostrada durante la supervisión del banco británico.
El Gobierno del Reino Unido decidió nacionalizar el banco de Newcastle, noreste de Inglaterra, después de que no prosperaran las dos ofertas presentadas para su rescate.
El Northern Rock adeuda al Banco de Inglaterra unos 24.000 millones de libras (30.470 millones de euros, al cambio actual), que se le prestaron para evitar su quiebra a raíz de la crisis. EFECOM
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