SAO PAULO, Brasil (Reuters) - Fernando Alonso aún puede reír el último si el domingo gana en Brasil el campeonato de Fórmula Uno por tercer año consecutivo.
Tras llegar desde Renault como el hombre que iba a restaurar el éxito en McLaren tras el fracaso del equipo con motores Mercedes el año anterior - no ganaron una sola carrera - Alonso se ha encontrado actuando con un guión totalmente distinto.
En McLaren, a Alonso le han negado el tratamiento especial que el creía garantizado como doble campeón del mundo y ha visto como su relación tanto con Hamilton como con el jefe de la escudería, Ron Dennis, se deterioraba hasta llegar al silencio.
El asturiano ha acusado a McLaren de beneficiar a Hamilton mientras que Dennis le ha calificado a él de "solitario empedernido" y su relación la definió como "muy fría".
IGUALAR A FANGIO
Interlagos sólo guarda buenos recuerdos para él, ya que allí ganó sus dos títulos con Renault en 2005 y 2006.
Ningún piloto en activo ha ganado más grandes premios que él, 19, y a menos que Hamilton gane el domingo, continúa siendo el campeón más joven de la F-1 tras ganar su primera corona con 24 años.
/Por Alan Baldwin/