
El ex magnate petrolero ruso Mijaíl Jodorkovski y su principal socio, Platon Lebedev, fueron declarados este lunes "culpables" de lavado de dinero y del robo de millones de toneladas de petróleo, en su segundo proceso, en un caso que marca la historia judicial de la era postsoviética y genera críticas de Estados Unidos, Alemania y Gran Bretaña.
"El tribunal ha establecido que Jodorkovski y Lebedev procedieron al robo de bienes en el marco de un grupo organizado utilizando su función profesional", declaró el juez Viktor Danilkin en el tribunal moscovita de Jamovniki.
La justicia rusa también decidió que Jodorkovski y su socio fueron responsables del "lavado" de 23.500 millones de dólares entre 1998 y 2004.
De esta manera, inició este lunes el enunciado del veredicto en el proceso de Jodorkovski y Lebedev, un procedimiento que va a durar varios días. Las audiencias continuarán el martes, señaló el juez.
Jodorkovski y Lebedev, encarcelados desde 2003, cumplen ya una condena de ocho años por estafa a gran escala y evasión de impuestos. En este segundo proceso, la fiscalía pidió 14 años de prisión contra los dos hombres.
"La mayor parte del dinero sirvió para su enriquecimiento personal y una parte menor fue invertida en la producción y el refinado (...) con el objetivo de crear la posibilidad de un robo ulterior", señalaba la sentencia.
La defensa declaró que apelaría la sentencia y exigió la intervención del jefe de Estado. "Es una decisión injusta, la de un tribunal bajo órdenes. Es una vergüenza para el país", afirmó Vadim Kliuvgant, abogado de Jodorkovski.
Tanto Estados Unidos como Alemania y Gran Bretaña cuestionaron fuertemente el proceso judicial. Para la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, el veredicto tendrá un "impacto negativo sobre Rusia en materia de derechos humanos y del mejoramiento del ambiente de negocios".
"La manera como el proceso fue llevado a cabo es en extremo dudosa y (representa) un paso atrás en el camino a la modernización del país", señaló el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Guido Westerwelle, en un comunicado.
A su vez, el ministerio de Exteriores británico afirmó que "la ley debe ser aplicada de forma proporcional y no discriminatoria" y señaló que Rusia necesita "un sistema judicial que sea debidamente independiente del gobierno y de cualquier interferencia exterior".
"La Unión Europea espera que Rusia respete sus compromisos internacionales en cuestión de derechos humanos y la primacía del derecho", señaló por su parte la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton.
"¡Libertad para los presos políticos! ¡Rusia sin Putin!", coreaban algunos simpatizantes de Jodorkovski fuera del tribunal.
Sus partidarios consideran que el poder trata de alejar definitivamente de la escena política a Jodorkovski, de 46 años, un ex tenaz opositor al ahora primer ministro Vladimir Putin.
El pasado 16 de diciembre Putin declaró que los "crímenes" de Jodorkovski habían sido "probados" en el segundo juicio y que "todo ladrón tiene que ir a la cárcel". A su vez, el presidente Dimitri Medvedev estimó que ningún responsable ruso tenía el derecho a expresar su posición antes del juicio, sin por ello condenar las declaraciones de Putin.
En Rusia, se considera que el caso Yukos ha sido montado por el gobierno para golpear a un empresario demasiado independiente, que financiaba a la oposición y no dudaba en contradecir al presidente de la época, Vladimir Putin.
Ex patrón de Yukos, grupo emblemático de la industria petrolera desmantelado en provecho de empresas cercanas al poder, Jodorkovski y Lebedev son juzgados desde marzo de 2009 por el robo de 218 millones de toneladas de petróleo.