Alejandro Fernández
Nueva York, 2 jun (EFECOM).- El anuncio de fusión de la Bolsa de Nueva York con el mercado paneuropeo Euronext no sólo crea la primera plataforma bursátil intercontinental, sino que también asesta un duro revés a las ambiciones del Nasdaq.
Hace menos de tres meses que la bolsa de Nueva York, el New York Stock Exchange, no esperaba obtener beneficios y ni siquiera tenía una "moneda de cambio" para realizar estas atrevidas operaciones de compra, puesto que en más de 200 años había sido una institución sin fines de lucro que no cotizaba títulos propios.
Pero desde que el 8 de marzo la compañía completó la fusión con la bolsa electrónica Archipelago y comenzó a cotizar sus títulos el panorama ha cambiado enormemente.
Se sabía que el NYSE tenía sus ojos puestos en una gran bolsa europea como primer paso en su nueva estrategia de crecimiento que le permitiese hacer frente a la amenaza cada vez más directa del Nasdaq, la segunda mayor bolsa del planeta.
El hecho de que el NYSE utilizara un sistema mixto, es decir, que siga dependiendo de las operaciones "en papel" de los operadores del ruedo así como de más modernos sistemas electrónicos había hecho que muchos inversores la vieran como una alternativa poco atractiva para realizar sus operaciones.
Esto había hecho que en los últimos años el número de acciones listadas originalmente en el NYSE que se negociaban en el Nasadq creciera cada día más, lo que implica una baja en su participación de mercado que ponía nerviosos a sus miembros.
Asimismo, el NYSE no se especializa en negociaciones de derivados como futuros y opciones de acciones, instrumentos cada vez más preferidos por los inversores.
Todo esto, sumado al hecho de que cada día son más las empresas extranjeras interesadas en negociar en EEUU sin tener que cumplir con las estrictas y costosas regulaciones locales, hizo que se viera al Euronext (que gestiona las Bolsas de París, Amsterdam, Bruselas, Lisboa y el mercado londinense de derivados Liffe) y a la bolsa de Londres, el London Stock Exchange (LSE), como blancos perfectos para los afanes expansivos de las bolsas estadounidenses.
El primer paso hacia la conquista de los mercados europeos lo dio el Nasdaq, cuando lanzó en marzo una oferta pública de adquisición de acciones (opa) por un importe de 4.200 millones de dólares por el LSE.
Tras recibir el rechazo del LSE, Nasdaq retiró la oferta a fines de marzo, aunque dijo que se reservaba el derecho de presentar una nueva oferta en otro momento de forma individual o con otros socios.
Desde entonces la bolsa estadounidense ha gastado unos 1.400 millones de dólares en comprar un 25 por ciento de las acciones del LSE en una serie de operaciones en el mercado abierto, pero no ha lanzado una nueva oferta formal, puesto que las regulaciones británicas establecen que no se puede insistir en la compra sino hasta 6 meses después de una primera oferta.
Mientras esto ocurría, el NYSE veía como el otro gran candidato europeo, el Euronext, negociaba una posible fusión con la bolsa alemana Deutsche Boerse AG.
Pese a ello, el pasado 22 de mayo, el NYSE anunció públicamente el lanzamiento de una oferta para adquirir la Euronext, la que a fecha del jueves se valoraba en unos 7.780 millones de euros o 9.960 millones de dólares.
Pese a que la bolsa alemana mejoró su oferta, y pese a que ha dicho que mantiene su interés en Euronext, los accionistas y ejecutivos de la bolsa paneuropea se decidieron por la propuesta neoyorquina.
Al anunciar el acuerdo hoy en París, el presidente ejecutivo del NYSE Group, John Thain, ha dicho que es probable que el próximo blanco del NYSE Euronext esté en Asia; mientras que Jean-Francois Théodore, director general de Euronext, no descartó que antes de que la fusión sea efectiva se sume también al nuevo conglomerado la Bolsa de Milán (Italia).
Todo esto apunta a la creación de una plataforma cada vez más grande, acorde con los tiempos que corren, en que los mercados operan de manera ininterrumpida y en el que cada vez es más fácil comprar y vender títulos de cualquier empresa, de cualquier parte del mundo, a cualquier hora y desde cualquier lugar.EFECOM
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