
Nueva York, 24 jun (EFE).- Wall Street sucumbió un día más a la corriente vendedora que se ha impuesto esta semana en el mercado y la Bolsa de Nueva York cerró hoy con un descenso del 1,41% en su principal índice, el Dow Jones de Industriales.
Ese indicador bursátil, que es la principal referencia del parqué neoyorquino e integra a 30 de las mayores empresas cotizadas de este país, bajó hoy 145,64 puntos y terminó esta cuarta sesión de la semana a 10.152,80 unidades.
Este descenso tiene lugar después haber permanecido todo el día en territorio negativo, en tónica con lo ocurrido en las sesiones previas de esta semana.
Tan sólo el miércoles fue capaz de cerrar en positivo, aunque lo hizo con un parco avance del 0,05% después de un día muy volátil, en el que el resto de los principales indicadores cerraron en negativo.
El índice selectivo S&P 500 bajó hoy un 1,68%, ya que retrocedió 18,35 puntos y terminó la sesión los 1.073,69 enteros.
El índice compuesto que mide la evolución del mercado Nasdaq, también con sede en Nueva York y donde tienen un peso especial las empresas tecnológicas, perdió el 1,63%, ya que retrocedió 36,81 puntos y quedó en 2.217,42 unidades.
Estos descensos tuvieron lugar después de que durante el día se conociera que los pedidos de bienes duraderos a las fábricas de EE.UU. disminuyeron un 1,1% en mayo, lo que supone la mayor caída desde agosto del año pasado.
El Departamento de Comercio de EE.UU. también detalló que si se excluyen los bienes de transporte los pedidos de bienes duraderos subieron un 0,9%, el tercer incremento en los últimos cuatro meses.
En el ánimo inversor también influyó la noticia de que la cifra semanal de solicitudes del subsidio por desempleo en EE.UU. disminuyó en 19.000 personas y se situó la semana pasada en 457.000, la más baja en seis semanas.
Estos datos, cercanos a las previsiones de los analistas, muestran que persiste la debilidad del mercado laboral en la mayor economía del mundo.
También pesó el que el banco central estadounidense anunciara el miércoles que mantendría los tipos de interés por debajo del 0,25% y advirtiera de que las condiciones de los mercados son ahora menos favorables para el crecimiento económico debido, "en gran medida, a acontecimientos en el exterior".
Estas declaraciones, en vísperas de que el sábado comience en Toronto (Canadá) una cumbre del G-20 -a la que tan sólo EE.UU. acude con una propuesta definida de reforma de su sistema financiero- retuvieron en el ambiente cierto pesimismo que pesaba especialmente en el sector bancario.
De hecho, las entidades financieras fueron de las que más bajaron hoy en conjunto (-1,69%), sólo por detrás de las industriales (-2,17%), energéticas (-2,05%) y de materias primas (-1,95%).
Al final de la jornada tan sólo dos de los 30 valores del Dow Jones consiguieron acumular avances, aunque en ambos casos fueron muy contenidos: Johnson & Johnson subió el 0,61% y Merck, el 0,54%.
Por contra, hasta once componentes acabaron con caídas superiores a los dos puntos porcentuales, encabezados por la farmacéutica Pfizer (-2,82%), el fabricante de aluminio Alcoa (-2,80%), el grupo de tiendas para reformas del hogar Home Depot (-2,72%) y las entidades financieras Bank of America (-2,66%) y American Express (-2,63%).
También acabaron la jornada con descensos de más del 2% el grupo industrial 3M (-2,42%), el fabricante electrónico Intel (-2,35%), la entidad financiera JP Morgan Chase (-2,21%), el gigante de entretenimiento Walt Disney (-2,15%), la compañía informática Hewlett-Packard (-2,13%) y el conglomerado General Electric (-2,01%).
En otros mercados, la deuda a diez años bajó de precio, por lo que la rentabilidad de los bonos, que evoluciona en sentido contrario al precio, quedó en el 3,13%, al tiempo que el petróleo de Texas se encareció el 0,2% y cerró a 76,51 dólares por barril, el oro subió hasta los 1.245,9 dólares por onza y el euro se cambiaba a 1,2325 dólares, frente a los 1,2310 del día anterior.