Julio César Rivas
Toronto (Canadá), 29 may (EFECOM).- China, India y Brasil deben reducir el mal uso de energía para evitar en las próximas dos décadas un drástico aumento de las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero, según un grupo de expertos internacionales.
Los datos de un estudio internacional difundido hoy y elaborado en los últimos cuatro años por el programa "Eficiencia de Energía en Tres Países" (3CEE) de la ONU y el Banco Mundial (BM) son apabullantes.
De seguir la tendencia actual de consumo de energía y de uso de las fuentes tradicionales, en una sola generación -para el año 2030-, China, India y Brasil habrán duplicado su utilización de energía y sus emisiones de gases que produce el efecto invernadero.
Para remediar esta explosión de la demanda energética que podría dar la puntilla final a la crisis climática que se siente en todo el mundo, los expertos consideran que con la modernización de empresas y viviendas, estos países podrían reducir su uso de energía actual al menos un 25 por ciento.
Y el uso de tecnologías avanzadas podría reducir el crecimiento previsto del consumo de energía de aquí a 2030 al menos otro 10 por ciento, lo que recortaría el calculado aumento de emisiones de dióxido de carbono un 16 por ciento.
Los expertos coinciden en señalar que la eliminación del derroche es la forma más barata, fácil y rápida de solucionar muchos problemas energéticos y mejorar tanto el medio ambiente como el desarrollo económico.
Robert Taylor, especialista en energía del BM y líder del proyecto 3CEE, explicó que si mejorasen "la eficiencia energética en edificios existentes y otras infraestructuras", estos tres países ahorrarían "millones de toneladas en emisiones y centenares de millones de dólares".
Jyoti Painuly, planificador energético del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), confirmó a Efe que la rentabilidad de las inversiones en eficiencia energética en estos tres países, "es mucho mayor que el de otras inversiones".
Pero a pesar de ello, hasta ahora ha sido difícil la puesta en marcha de este tipo de inversiones.
Jeremy Levin, consultor del BM, explicó que "aunque la rentabilidad es bastante buena y los proyectos se pagan en dos años, es un producto no convencional" que todavía no ha calado en las estructuras financieras de estas economías emergentes.
Y Mark Radka, responsable de la sección de Energía de la División de Tecnología e Industria de PNUMA, añadió que "los bancos son muy conservadores. Va a llevar algo de tiempo persuadirles y la mayoría de la inversión tiene que proceder de instituciones financieras locales".
Chandra Govindarajalu, especialista en medio ambiente del BM, cifró entre el 20 y el 40 por ciento "la rentabilidad típica de muchos proyectos de eficiencia energética".
Lo que está en juego son miles de millones de toneladas de contaminantes emitidos al aire.
Se calcula que las emisiones de dióxido de carbono de China pasarán de las 3.307 millones de toneladas actuales a 7.144 millones en 2030. En India el aumento será de 1.016 millones de toneladas a 2.254 millones, mientras que Brasil pasará de 302 millones de toneladas a 665 millones.
Pero los expertos añaden que aún existen posibilidades de revertir la tendencia.
En 2005, China puso en marcha 300 proyectos de eficiencia energética en combinación con el programa 3CEE -con una inversión de 200 millones de dólares- que han ahorrado el equivalente a 2,46 millones de toneladas de carbón y ha disminuido las emisiones anuales de dióxido de carbono en 7 millones de toneladas.
En el caso de India, donde se estima que el mercado potencial de eficiencia energética es de más de 3.100 millones de dólares, cinco de sus mayores bancos han puesto en marcha programas de préstamos para reducir el consumo de energía.
Y en Brasil, con ahorros potenciales estimados en 2.250 millones de dólares, las compañías generadoras de energía destinan un 0,25 por ciento de sus ingresos anuales a proyectos de ahorro, lo que ha sumado 250 millones de dólares entre 1998 y 2004. EFECOM
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