Bolsa, mercados y cotizaciones
Just Eat se hunde en la bolsa de Londres tras perder 115 millones en 2017
- Australia y Nueva Zelanda, con una intensa competencia, lastran sus cuentas
- El revés bursátil borra de su capitalización cerca de 673 millones de euros
elEconomista.es, Europa Press
Revés a Just Eat en la bolsa de Londres. Las acciones de la compañía han llegado a caer casi un 15% y ha borrado de un plumazo 600 millones de libras (673 millones de euros) de capitalización tras anunciar unas pérdidas de 102,7 millones de libras (115 millones de euros) en 2017, frente al beneficio neto atribuido de 71,7 millones de libras (80,5 millones de euros) del año anterior. Si bien a medida que avanza la jornada, los descensos van a menos.
La compañía especializada en el negocio de comida a domicilio se ha visto obligada a asumir un impacto negativo de 180,4 millones de libras (202 millones de euros) por el deterioro del valor de sus activos en Australia y Nueva Zelanda.
Sin embargo, la multinacional precisó que sin tener en cuenta este impacto negativo extraordinario su beneficio antes de impuestos sería de 104 millones de libras (116 millones de euros) en vez de las pérdidas antes de impuestos de 76 millones de libras (85 millones de euros) contabilizadas.
Los ingresos de Just Eat en el conjunto del ejercicio experimentaron un crecimiento del 45,4%, hasta 546,3 millones de libras (613 millones de euros), con un aumento del 26% del número de pedidos, que alcanzaron los 172,4 millones.
"2017 fue un año récord para Just Eat", declaró Peter Plumb, consejero delegado de Just Eat, quien destacó que la compañía cubre actualmente la oferta de más de 82.000 restaurantes. "Como nuevo consejero delegado, incrementaré nuestra inversión en marca, mercados en desarrollo y servicios de envío", añadió Plumb.
Laith Khalaf, analista de Hargreaves Lansdown, señaló a The Guardian que los anuncios de un cambio de estrategia en la inversión del grupo han eclipsado los resultados anuales. "El señor Plumb tiene un gran trabajo que hacer para convencer al mercado de que los planes de inversión generarán una rentabilidad lo suficientemente fuerte como para justificar el descarrilamiento del crecimiento de las ganancias a corto plazo", indicó Khalaf.