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Passos Coelho matiza que el plan del BCE no es "para financiar gobiernos"



    Lisboa, 23 ene (EFE).- El primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, dio la "bienvenida" al plan de compra de deuda impulsado por el Banco Central Europeo (BCE), aunque recalcó que no deber servir "para financiar gobiernos ni estados".

    "Si confundiéramos esta acción (del BCE) con una acción de financiación de los gobiernos, entonces se minaría la confianza en la UE y el objetivo (reactivar la economía) se pondría en cuestión", dijo Passos Coelho a los periodistas.

    Según cálculos de la prensa portuguesa, el BCE comprará en torno a 1.500 millones de euros mensuales en deuda portuguesa.

    Este apoyo, con reservas, del jefe de Gobierno luso, de signo conservador, contrasta con el entusiasmo de otros miembros del Ejecutivo, como el del ministro de Economía, António Pires de Lima, quien calificó el plan de "muy positivo".

    Ambos, sin embargo, coinciden en que debe continuar la "agenda de reformas estructurales" que incluye cambios en el mercado de trabajo, como el abaratamiento del despido, la atracción de inversiones foráneas y una mayor liberalización del mercado.

    António Costa, candidato a primer ministro y líder del opositor Partido Socialista (PS), mostró ayer, jueves, su satisfacción por el el plan de compra del BCE y criticó al Gobierno portugués por haberse posicionado en contra de estas medidas y a favor de las tesis alemanas en el pasado.

    Costa, cuyo partido es favorito para ganar las elecciones legislativas de finales de este año, dijo que este anuncio representa un "paso importante", aunque hizo hincapié en que el plan no será efectivo para la economía real "si no se acompaña de una política presupuestaria más amiga del crecimiento y del empleo".

    Acusó además al gobierno conservador de Portugal de haber apoyado a pies juntillas las líneas estratégicas de Alemania.

    Passos Coelho y la ministra de Finanzas, Maria Luís Albuquerque, mostraron públicamente sus dudas sobre una mayor intervención del Banco Central Europeo en la compra de deuda.

    El pasado diciembre, Albuquerque aún acogía con escepticismo tanto un papel más activo del BCE como el lanzamiento de euro-bonos (títulos de deuda garantizados por la UE).

    Portugal ha estado en los últimos años bajo las duras e impopulares medidas de recortes sociales y aumento de impuestos para sanear las cuentas, a cambio de haber recibido entre 2011 y 2014 los 78.000 millones de euros de un rescate concedido por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).