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Los viajeros de Metro están "hartos" pero "acostumbrados" a las huelgas
La insistente convocatoria de huelgas ha tenido en los usuarios del suburbano un efecto narcotizador, tanto que, cuando los altavoces hablan en los andenes para anunciar la fecha y la hora de los paros, ya no hay caras de sorpresa, sino más bien de resignación.
Así lo han puesto de manifiesto algunos usuarios que se encontraban esperando la llegada de su tren cuando han escuchado el aviso de nuevos retrasos por la huelga, convocada en esta ocasión por cinco de los seis sindicatos del comité de empresa.
Javier, que se dirigía hoy a su trabajo, ha confesado a EFE que su postura ante los paros en Metro es "de pasividad", a pesar de que considera que las protestas "no tienen mucha base, porque están pidiendo, en momentos de crisis, subida salarial y una serie de beneficios que realmente no concuerdan con la situación del país".
"Estoy tan harto de tanta movilización, tanta huelga y tanto paro que me da lo mismo. Me adapto a la circunstancia y ya está", ha puntualizado.
"¿Qué le vamos a hacer?", se ha preguntado Rocío, otra usuaria habitual del Metro, que opina que, aunque los trabajadores están en su derecho, "fastidian bastante" a los viajeros.
Lo mismo ha asegurado Miriam, quien ha criticado que "son muchísimos paros todas las semanas y al final cansa cuando hay mucha gente en el Metro y hay que esperar".
Otros, como David, se han quejado de las consecuencias que han padecido durante las jornadas de protesta, que le han afectado, según sus palabras, "de forma grave", porque llega tarde al trabajo y "las cosas no están para eso".
En este sentido, Carolina ha recordado que perdió un examen "por llegar tarde cuando el Metro se retrasaba más de lo habitual" y las huelgas del suburbano "no sirven de excusa a los viajeros".
Julieta ha comentado que "la gente está enfadada, porque quiere llegar a tiempo al trabajo y más en estos tiempos, así que es normal que protesten y estén disgustados", aunque también considera que "el derecho a huelga tiene que prevalecer".
Estas quejas son las mismas que mantenían los usuarios en el mes de enero, cuando el conflicto no había hecho más que empezar, y mostraban su resignación e indignación ante los retrasos continuos y los andenes y convoyes repletos.
La imagen actual no ha cambiado mucho, según Ana, quien ha explicado que "alguna vez se ha parado el Metro y han permanecido dentro más tiempo de lo normal".
Liz Morales se ha visto afectada en todas las convocatorias de huelga, porque le ha coincidido con el horario de su trabajo y por eso ha tenido que llegar "más tarde a casa".
Un jubilado, José, ha comentado que le parece "una vergüenza" que los trabajadores del suburbano convoquen más huelgas, porque "no son la clase elegida, ni mucho menos" y deberían "ser solidarios con los demás" y apretarse el cinturón "igual que todos lo han hecho".
Entre los miles de personas que utilizan el Metro de Madrid cada mañana y que se han visto afectados por los paros desde hace varios meses, también hay apoyos para los trabajadores que mantienen sus protestas.
A Rosa, que usa el Metro todos los días, le parece "estupendo" que los empleados se manifiesten y ha añadido que "es lo que tienen que hacer todos los españoles, no aguantar el maltrato que hay hacia los trabajadores".
Algunos, como Urbano, Ana y Noemí, tres estudiantes, han confesado que no están "muy enterados del conflicto", pero han añadido que "si los trabajadores tienen que hacer huelga, que la hagan".
Una opinión similar tiene José Manuel, a quien no le han afectado "mucho" los paros en Metro y no conoce el motivo de las huelgas, pero ha asegurado que "todo lo que sea protestar por algún tipo de cosa" le parece "bien".
Silvia también se ha solidarizado con los trabajadores, porque a ella también le han "tocado" el salario
Por otra parte, Juan Manuel propone que convoquen "una huelga de todo el día con la que paralicen Madrid para conseguir algo", en vez de paros parciales repetidos con los que "fastidian menos a los pasajeros".
Rocío Linares