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Madrid pide "premiar" a las comunidades y avanzar en la gestión tributaria



    Madrid, 2 abr (EFE).- La Comunidad de Madrid propone un nuevo sistema de financiación autonómica fruto de la negociación "multilateral", solidario, transparente, que "premie" a las regiones que generen riqueza y que posibilite a las comunidades gestionar parte de los impuestos estatales, como algunas "parcelas" del IPRF.

    Lo ha dicho hoy el consejero de Economía y Hacienda, Enrique Ossorio, en un acto informativo organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) para tratar sobre la financiación autonómica.

    Ossorio ha defendido que el actual modelo de financiación autonómica -"oscuro" e "impuesto"- ha conseguido la unanimidad "de todos" al no gustar "absolutamente a nadie", especialmente a la Comunidad de Madrid por haber sido "diseñado" para perjudicarla.

    Ha recordado que el decrecimiento de los ingresos del Estado para esta región asciende a mil millones de euros, y ha explicado que los recursos adicionales (dependencia), el sistema de financiación de la sanidad, el fondo de competitividad para igualar la financiación por habitante y el límite de capacidad fiscal fueron "retorcimientos estadísticos" introducidos en 2009 para que Madrid "no ganara lo mismo que Cataluña".

    En este marco, la Consejería de Economía y Hacienda ha diseñado un decálogo para el nuevo sistema de financiación autonómica que debería entrar en vigor el 1 de enero de 2014 y que, a juicio de Ossorio, es "bueno" para el resto de comunidades y "compatible" con las demandas catalanas.

    El nuevo modelo de financiación autonómica que propone la Comunidad de Madrid tiene que nacer de la negociación "multilateral" en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), y debe ser "claro y transparente", sin "incertidumbres" en su aplicación y sin "retorcimientos estadísticos" que afectan a Madrid y otras regiones.

    Además, debe aportar recursos "suficientes" para que las comunidades presten eficientemente los servicios a los ciudadanos, y tiene que calcular "con criterios justos y equitativos" los fondos que recibe cada una de ellas, atendiendo, por ejemplo, a la población real y no a la ajustada que ha hecho "que en Madrid 600.000 habitantes no estén financiados por la sanidad".

    Ossorio también reclama en su decálogo un sistema "claro y actualizado" de reparto del IVA y de los impuestos especiales, y brinda como novedad importante "premiar" a las comunidades que cumplen con el déficit, que hacen políticas de austeridad y que consiguen mayor desarrollo económico.

    "Hasta ahora, las decisiones del CPFF han sido para favorecer a las regiones con mayores problemas económicos (...) pero ha llegado el momento de que las comunidades que cumplimos tengamos alguna ventaja", ha sentenciado.

    El consejero ha propuesto además que los incrementos de capacidad fiscal que existan en los territorios reporten en el nuevo modelo más ingresos a las regiones que generan riqueza, y que se preserve la solidaridad entre los territorios aunque evitando que las comunidades que más aporten al modelo "sean las más pobres desde el punto de vista de la financiación".

    Este elemento de la solidaridad debe ir acompañado de un único modelo de financiación para todas las regiones ("no es momento de que haya más regímenes diferenciados de financiación autonómica", en referencia al País Vasco), y debe aplicar de un modo "equilibrado" el principio de lealtad institucional y eliminar así la descompensación que a favor del Estado permite el modelo de 2009.

    En materia de gestión tributaria, Ossorio se ha mostrado convencido de que las autonomías podrían gestionar parte de los impuestos estatales, como las parcelas de incrementos patrimoniales y el sistema de módulos de las pequeñas empresas que incluye el IPRF.

    Enrique Ossorio se ha mostrado confiado en que este decálogo sea tomado en consideración por ser "razonable".