Bolsa, mercados y cotizaciones

El Tesoro y Caixabank captan 5.000 millones en el mercado



    Los emisores españoles dieron continuidad ayer a la avalancha de colocaciones de deuda que se viene viendo en las últimas sesiones. Esta vez el protagonismo recayó en el Tesoro Público y CaixaBank, que en total captaron 5.000 millones de euros en el mercado.

    En esta ocasión, el organismo encargado de emitir la deuda pública no se financió mediante las habituales subastas públicas, sino que recurrió a una operación sindicada, en la que delega la venta de los títulos a unos bancos colocadores. Los elegidos para desempeñar esta tarea fueron Barclays Capital, BBVA, Santander, Deutsche Bank, Goldman Sachs y Société Générale. Y consiguieron para las arcas públicas 4.000 millones de euros adicionales mediante la reapertura y ampliación de la subasta de obligaciones a 10 años, con vencimiento en enero de 2022, que el Tesoro llevó a cabo en noviembre de 2011. Como viene ocurriendo con las subastas públicas, la demanda fue alta, puesto que alcanzó los 8.000 millones de euros. En cuanto al precio, el Tesoro pagó una prima de 300 puntos básicos sobre la referencia del mercado -midswap a 10 años-, con lo que el rendimiento se situó en el 5,4 por ciento.

    En lo que respecta a CaixaBank, consiguió 1.000 millones mediante la emisión de cédulas hipotecarias a cinco años. Los títulos se colocaron con una prima de 248 puntos básicos sobre la referencia del mercado -midswap a cinco años-, con lo que la rentabilidad se situó en el 4,11 por ciento. La operación contó con una fuerte demanda, de 2.700 millones, y una elevada participación de inversores internacionales, que se hicieron con el 64 por ciento de los títulos emitidos.

    Efectos secundarios

    Aunque la operación sindicada aportó 4.000 millones adicionales para las arcas públicas, también generó unos efectos secundarios no tan positivos. La creación de más papel a 10 años desencadenó una oleada de ventas en el mercado secundario, en el que cotizan los títulos tras haber sido emitidos. Esa reacción provocó que la rentabilidad de los bonos españoles a 10 años repuntara del 5,06 al 5,22 por ciento, la mayor subida diaria desde el 20 de enero.

    A su vez, este aumento se trasladó a la prima de riesgo, es decir, la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años. Ayer, esta brecha se amplió de los 310 a los 324 puntos básicos -ó 3,24 puntos porcentuales-. Al mismo tiempo, este movimiento recortó aún más la distancia entre la deuda española e italiana. Mientras que el martes los inversores exigían 52 puntos básicos más a los bonos transalpinos que a los españoles, ayer esa diferencia se estrechó hasta los 36 puntos, la más reducida desde noviembre.