Bolsa, mercados y cotizaciones
Wall Street abre con un descenso del 0,05 por ciento en el Dow Jones de Industriales
Ese índice, que agrupa a 30 de las mayores empresas cotizadas en EE.UU., restaba a esta hora 5,79 puntos hasta 12.145,47 unidades y el selectivo S&P 500 descendía el 0,1 % (-1,3 puntos) hasta 1.298,86 unidades, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq subía el 0,08 % (2,09 puntos) hasta 2.734,87.
El parqué neoyorquino comenzaba la semana con esa falta de rumbo después de que el viernes pasado el Dow Jones acumulase un descenso semanal del 2,33 % con el que encadenó cinco semanas consecutivas de retrocesos por primera vez desde julio de 2004.
Esa marcada tendencia bajista respondió a la noticia de que el índice de desempleo en este país subió una décima y se situó en el 9,1 % en mayo, cuando la economía creó apenas 54.000 puestos de trabajo, lejos de los pronósticos de los analistas, que habían calculado un incremento de entre 150.000 y 170.000 empleos y una tasa de paro de entre el 8,9 % y el 9 %.
La noticia continuaba pesando este lunes sobre el ánimo de los inversores, que no lograban encontrar una dirección clara ante la falta de datos macroeconómicos de relevancia en EE.UU. este lunes, por lo que a esta hora los componentes del Dow Jones se dividían entre los avances y los retrocesos.
En el lado negativo destacaban en el sector financiero Bank of America (-2,22 %) y JPMorgan Chase (-2,17 %), la operadora de telefonía Verizon (-1,09 %) y la también financiera American Express (-1,08 %), mientras que del lado de los avances se colocaban la tecnológica Intel (0,42 %), la farmacéutica Pfizer (0,34 %) y la aseguradora Travelers (0,13 %), entre otras.
En el mercado Nasdaq las miradas estaban puestas en Apple, que subía el 0,75 % un día en el que su director ejecutivo, Steve Jobs, que llevaba de baja médica desde principios de año, reaparecerá en la previsible presentación de la plataforma iCloud y los nuevos sistemas operativos Lion.
En otros mercados el petróleo bajaba hasta 99,68 dólares por barril, el oro ascendía a 1.546,7 dólares la onza, el dólar ganaba terreno ante otras monedas como el euro (que se cambiaba por 1,4614 dólares) y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a 10 años avanzaba al 3,03 %.