Bolsa, mercados y cotizaciones
Los amantes de los blue chips tienen en Repsol a su mejor opción en España
Son las compañías que más influyen en el comportamiento del Ibex pero individualmente cada una tiene sus pros y contras. Y de todas, Repsol es la que más valor puede aportar de cara al futuro al accionista.
A pocos días de haber terminado el año, toca hacer balance. Sin duda, 2010 fue un ejercicio complicado donde la falta de confianza y la crisis de deuda pública castigaron duramente a la bolsa española. Unas caídas que, según los expertos, han dejado grandes oportunidades por precio de cara a este ejercicio.
Pero cautela a la hora de tomar decisiones porque este año la presión de los mercados ha penalizado duramente incluso la rentabilidad de los grandes valores españoles. Repsol y BBVA constituyen por rentabilidad la cara y la cruz de los pesos pesados del Ibex en 2010.
La acertada actividad exploratoria de petróleo y los movimientos de Repsol para afianzarse en el exterior permitieron a los títulos de la petrolera evadirse del negativo entorno económico y saldar 2010 con un repunte en bolsa del 11,3 por ciento. Los numerosos acuerdos alcanzados durante el ejercicio pasado, entre otros, con la china Sinopec, Petrobas y Orisol consiguieron reforzar la visión positiva que el consenso de analistas tenía sobre la española. Así, entre los grandes valores, los expertos sólo recomiendan tomar posiciones en Repsol y Telefónica. Y se espera que este optimismo continúe. Si se cumplen las previsiones, la cotización de Repsol podría alcanzar los 24,45 euros por título, un 17 por ciento más de los niveles actuales.
El otro lado de la moneda por recomendación, dentro de los pesos pesados españoles, lo encontramos en Iberdrola y BBVA. Ambos tienen la peor recomendación según el consenso de mercado de FactSet. La eléctrica, en perspectiva negativa por la agencia de rating S&P y una de las grandes perjudicadas de la congelación del déficit tarifario, ostenta la peor recomendación aunque sigue siendo un valor para mantener en cartera, según los expertos.
En el caso de BBVA, ni su andadura por tierras con potencial de crecimiento ha podido acabar con su mala racha que se inició con la crisis de la eurozona. No obstante y pese a que sus títulos cerraron 2010 con una caída de más del 38 por ciento, los analistas recomiendan mantenerlos en cartera.
Una etiqueta que pesa
El banco sigue inmerso en su política de expansión con la que desprenderse de parte de esa etiqueta España que tanto le está penalizando. Sus últimos movimientos han sido realizar una ampliación de capital de 5.000 millones de euros, de los cuáles 3.000 millones le permiten afrontar la entrada en el banco turco Garanti. Aunque la operación contribuye a reforzar su negocio en un país de crecimiento, las casas de análisis están recortando sus expectativas de beneficio por acción del próximo año. Detrás de estas rebajas se esconde una importante razón.
En algunos casos las previsiones de los expertos se están revisando teniendo en cuenta que el resto de la totalidad del importe de la ampliación (la que no sirve para financiar la compra de Garanti) no irá destinado a ningún otro tipo de inversión, sino que se utilizará para reforzar el balance del banco. Es decir, para cumplir con el ratio de capital (el dinero que tiene que haber en la entidad frente al riesgo contraído). Así, desde Oddo Securitues calculan que unos 1.000 millones de euros obtenidos con la ampliación "servirán para tener una posición más confortable de cara a Basilea III".
Desde BBVA el mensaje es muy distinto, pues aseguran que la ampliación no perjudicará al accionista. Fuentes consultadas del banco afirman que los 5.000 millones colaborarán en la mejora de su beneficio. Más concretamente, que además de los 3.000 millones con los que entran en el mercado turco, con la cantidad restante también se obtendrá rentabilidad. Pero el descenso en las previsiones no cesa.
Las previsiones del consenso de mercado sobre el beneficio por acción (BPA) del próximo año se han reducido un 14 por ciento desde principios de octubre. Si en ese momento se estimaban unas ganancias de 1,33 euros por acción, ahora la cifra se queda en 1,14 euros.
Los analistas de Oddo Securities calculan que la operación "será dilutiva en un 8 por ciento sobre el BPA de 2011", teniendo en cuenta las estimaciones que maneja la firma. Algo que no impide que valoren positivamente la compra, señalando que es "estratégicamente interesante".