Bolsa, mercados y cotizaciones
Electrocutada
Raimundo Díaz
Madrid, 8 jun (EFECOM).- La cuarta mayor caída del año de la bolsa española, que ha perdido hoy el 2,42 por ciento y el nivel de 11.000 puntos, surgió del temor de los inversores al crecimiento de la inflación y a la subida de los tipos de interés en Europa y en los Estados Unidos de América (EEUU).
Sigue presente este miedo que obliga al dinero a regresar a las carteras y que desencadena reacciones similares en todos los rincones del planeta.
Este pánico al endurecimiento de los tipos de interés para frenar la inflación, que a su vez podría detener el crecimiento económico y de los resultados empresariales, además de restar atractivo a la bolsa, ha estado alentado por las autoridades monetarias.
La estremecedora corriente surgió en la víspera en Wall Street, cuando perdió el nivel de 11.000 puntos con una bajada del 0,65 por ciento, y fue seguida por Tokio esta madrugada con un descenso del 3,07 por ciento y el abandono de los 15.000 puntos.
Seguir el camino de las principales plazas del mundo era obligado y la bolsa española empezó el día con una bajada del 2 por ciento y la despedida momentánea de la cota de 11.000 puntos.
En principio, la decisión -subida de los tipos de interés del 2,5 al 2,75 por ciento- y el mensaje del Banco Central Europeo (BCE) -seguiremos encareciendo el dinero porque crece la economía y la inflación, que para algo revisamos los objetivos previstos para estas variables este año- no aportaron más presión al mercado.
Al contrario, sirvieron para que se estabilizara por encima de 11.000 puntos, porque a la subida de tipos y a estos mensajes el mercado respondió con la depreciación del euro, que pasó de 1,28 a 1,265 dólares, lo que sujetó el descenso de la bolsa.
Sin embargo, la preocupación mostrada por la evolución de la inflación por algún miembro de la Reserva Federal -banco central estadounidense- y la salida de dinero hacia el mercado de deuda -su rentabilidad bajó en España nueve centésimas y se situó en el 3,92 por ciento- terminaron por electrocutar a las bolsas.
La rotura de algún soporte -nivel que frena las caídas- hizo que la bolsa acabara con la cotización más baja de la jornada, que se encuentre en la misma situación que el pasado lunes 22 de mayo y que las ganancias acumuladas este año se hayan reducido a poco más del 2 por ciento, cuando hace un mes superaban el 12 por ciento.
Ni la bajada del petróleo a 68 dólares por barril por la muerte del líder de Al Qaeda Abu Musab Al Zarqaui impidió que el principal indicador de la bolsa española, el Ibex-35, cediera 272,10 puntos, el 2,42 por ciento, y se situara al cierre en 10.952 enteros.
En Europa, París bajó el 2,91 por ciento; Fráncfort, el 2,9 por ciento; Londres, a pesar del mantenimiento de los tipos de interés en el Reino Unido, el 2,51 por ciento y Milán, el 2,26 por ciento.
De los grandes valores, BSCH bajó el 3,18 por ciento; BBVA, el 2,56 por ciento; Repsol, el 2,51 por ciento; Iberdrola, el 1,54 por ciento; Telefónica, el 1,39 por ciento y Endesa, el 0,38 por ciento.
El principal descenso de las empresas del Ibex correspondió a Ferrovial, el 7,09 por ciento, mientras que Antena 3 cedió el 6,04 por ciento y Arcelor, el 5,23 por ciento.
Cinco compañías concluyeron con una bajada superior al 4 por ciento (FCC; Sogecable; Sacyr; Indra y Acciona), en tanto que otras cinco perdieron algo más del 3 por ciento (Prisa; Gamesa; Gas Natural; BSCH e Iberia) y once valores cedieron más del 2 por ciento. EFECOM
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