Bolsa, mercados y cotizaciones

Huelga de transportes en Bolivia por la subida de los precios del combustible



    El transporte público urbano inició este lunes una huelga indefinida en las principales ciudades de Bolivia, en rechazo a una subida de entre el 73 y el 83% en el precio de los combustibles, la más alta en los últimos treinta años, informaron fuentes sindicales de los chóferes.

    "Rechazamos la medida asumida por el Gobierno y por eso nos declaramos en paro indefinido desde las cero horas de este lunes. El paro será a nivel nacional. Somos alrededor de 175.000 afiliados que dependen de la Confederación y la instrucción va para todos ellos", dijo el secretario de la Confederación de chóferes, Franklin Durán. Los chóferes plantearon que "el Gobierno debe retroceder en esta medida", dijo Durán.

    Por el momento, sólo los conductores y la dirigencia radical de los maestros urbanos, de orientación trotskista, anunciaron su oposición al severo reajuste de precios de la gasolina (83%) y el diésel (73%).

    "Si nosotros quedamos solos en esta pelea, no nos queda otra alternativa que entrar a una discusión de una tarifa", agregó.

    Algunos taxis y autobuses públicos operaban las primeras horas de este lunes con tarifas incrementadas a arbitrio, mientras camiones del ejército trasladaban a personas en los 12 kilómetros entre la vecina ciudad de El Alto y el centro de La Paz.

    La medida excluyó sin embargo el gas licuado de petróleo (GLP) -de masivo uso doméstico- y el Gas Natural Vehicular (GNV), cuyo uso promueve el Gobierno para contrarrestar el impacto en las tarifas del transporte público. Sin embargo, menos del 3% del transporte público usa GNV.

    La población se lanzó hacia los mercados de abasto al igual que a las gasolineras, que ya ajustaron desde el mediodía del domingo sus precios a las nuevas tarifas.

    El vicepresidente, Álvaro García, que reemplazaba interinamente en el cargo al mandatario Evo Morales, en misión oficial en Venezuela, atribuyó el reajuste de precios a que los combustibles eran contrabandeados, por su bajo costo, a países vecinos como Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Perú.

    Esta subida tiene lugar tras seis años de estabilidad de los precios de los carburantes y es el más fuerte desde que en 1991 fueran ajustados en un promedio del 35%.