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Presidente Brasil dice que en 20 años será mayor potencia energía
París, 24 may (EFECOM).- El presidente de Brasil, Luiz Inazio "Lula" da Silva, está convencido de que dentro de "veinte o treinta años" su país será la principal potencia energética del mundo y asegura que ha decidido "apostar" por las alternativas.
El vespertino francés "Le Monde" publica hoy una entrevista con Da Silva, en la jornada en la que el presidente Jacques Chirac viaja a Brasil para una visita de Estado.
En la entrevista el presidente brasileño subraya que su país es ya autosuficiente en petróleo y que dentro de dos años producirá la mayoría del gas que consume, mientras que es el más "competitivo" en la producción de etanol y de combustible bio-diesel y tiene proyectos para refinar el aceite vegetal y mezclarlo al petróleo.
"Brasil ha lanzado una revolución energética", según Da Silva, quien apunta que "pocos países podrán hacernos la competencia a la hora de extraer de la tierra el carburante del futuro, debido a nuestra extensión territorial".
Respecto a la controversia con Bolivia, que ha nacionalizado sus hidrocarburos, "Lula" asegura que prefiere recurrir a la negociación para superar las diferencias: "la prensa brasileña me pide que sea duro con Bolivia. Si no lo soy con la UE y EEUU ¿cómo puedo serlo con Bolivia, un país más pobre y desprotegido que el mío?".
En alusión a la posición pública del venezolano Hugo Chávez, Da Silva pide que "no se mezclen la ideología y las relaciones políticas y comerciales. Chávez no lo debe pensar, ya que vende el 85% de su petróleo a EEUU".
Sobre la reciente crisis de violencia en Sao Paulo, el presidente de Brasil reconoce que el sistema penitenciario va mal desde hace tiempo y desde el interior de las cárceles los jefes de las bandas organizan delitos.
"Más que curar el mal debemos evitar que golpee de nuevo. El país debe invertir fuertemente en la educación para que nuestros adolescentes tengan perspectivas de estudios y de trabajo", señala el mandatario, quien recuerda que desde su llegada al poder se han incrementado el salario mínimo y el empleo y hay más ayudas para el alojamiento.
También se ha incrementado la superficie de tierra expropiada para su distribución y el país ha dado prueba de que paga sus deudas a los organismos financieros internacionales.
Todo ello para implantar en Brasil una filosofía: "distribuir para crecer". EFECOM
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