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El aeropuerto de Girona ya permite aterrizar con baja visibilidad
Los nuevos equipos instalados en el aeropuerto de Girona-Costa Brava, que entraron en funcionamiento el pasado sábado 24, permiten facilitar la aproximación y el aterrizaje en las peores condiciones.
Este dispositivo se podrá emplear siempre que la tripulación de una aeronave esté capacitada ya que su utilización exige un alto nivel de preparación y entrenamiento, porque tanto el instrumental de tierra como el de a bordo se caracterizan por su complejidad y requieren de un mantenimiento constante y cualificado.
Además, la puesta en servicio del ILS ha obligado a la adecuación de los sistemas de ayuda a la navegación aérea, es decir, del campo de vuelos.
De esta manera, se ha dispuesto un nuevo sistema de iluminación de aproximación, eje de pista y toma de contacto y también se ha mejorado la iluminación de varias calles de rodaje, se han nivelado las franjas a cada lado de la pista y del área de lectura del radioaltímetro y se han hecho mejoras en el camino perimetral de servicio y del sistema de drenaje del campo de vuelos.
Hasta ahora, el aeropuerto de Girona-Costa Brava utilizaba el ILS I, que permitía tomar tierra a los aviones con un alcance visual de pista igual o mayor a 550 metros y con una altura de decisión de 60 metros o más.
Con el nuevo sistema, el alcance visual de la pista puede ser de entre 50 y 175 metros, y la altura de decisión puede estar en 15 metros.
Este nuevo sistema de aterrizaje permitió ayer que dos vuelos procedentes de Fráncfort y Granada aterrizaran con visibilidad inferior a 200 metros, y que hoy lo hayan hecho otros tres con una visibilidad de 450 metros, algo que sin el nuevo sistema no hubiera sido posible.
Esto significa que gracias al ILS bajará considerablemente el número de cancelaciones o de desvíos de vuelos a causa de la mala visibilidad.