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La expansión de la masa monetaria bajó en junio hasta un nuevo mínimo histórico



    Fráncfort (Alemania), 27 jul (EFE).- La expansión monetaria de la zona del euro, medida por el agregado M3, bajó el pasado junio hasta el 3,5 por ciento, un nuevo valor mínimo histórico desde la creación de la Unión Económica y Monetaria y frente al 3,7 por ciento de mayo.

    El crecimiento de la masa monetaria en circulación se sitúa por debajo del valor que recomienda el BCE para mantener la estabilidad de precios, que es una expansión del M3 del 4,5 por ciento.

    El BCE informó hoy de que el crecimiento anual de los préstamos al sector privado retrocedió en junio hasta el 1,5 por ciento, frente al 1,8 por ciento de mayo, lo que refleja la fuerte caída de la actividad económica real y el endurecimiento de los estándares de crédito, consideró el analista de Commerzbank Michael Schubert.

    Entre abril y junio de 2009, el crecimiento interanual del M3 fue del 4,1 por ciento.

    Entre marzo y mayo de 2009, el crecimiento interanual del M3 fue del 4,6 por ciento, por lo que también se ha producido una caída del ritmo de expansión trimestral, periodo que está menos influido por oscilaciones a corto plazo.

    El agregado M3 comprende el efectivo en circulación, depósitos a la vista y a plazo hasta dos años, otros depósitos a corto plazo, cesiones temporales de deuda y fondos de inversión en activos del mercado monetario (FIAMM).

    Los mercados descuentan que la entidad monetaria mantendrá el precio del dinero en el 1 por ciento en su reunión de comienzos de agosto.

    El BCE ha bajado los tipos de interés en 3,25 puntos porcentuales desde comienzos de octubre de 2008 y los dejará en el 1 por ciento hasta mediados de 2010, según prevén algunos analistas.

    La expansión anual de los préstamos para el pago de una vivienda subió en la zona del euro en junio hasta el cero por ciento, frente al menos 0,5 por ciento de mayo, mientras la tasa anual de crecimiento de los créditos de consumo se mantuvo el mes pasado en menos 0,7 por ciento.

    La medición del dinero en circulación constituye uno de los dos pilares en los que el banco emisor europeo basa su política monetaria, cuyo fin es lograr la estabilidad de los precios y sirve de referencia a la entidad para poder prever la inflación en los países que comparten el euro.