Bolsa, mercados y cotizaciones
Máxima tensión a la espera del paro de EEUU: ¿derrumbe o rebote sostenible?
La volatilidad, la confusión y la incertidumbre alcanzaron ayer cotas muy elevadas a la espera de que este mediodía se publique el dato clave de la semana: el desempleo de enero, para el que se espera un aumento de 525.000 personas. Si el miércoles Wall Street se venía abajo pese a que lo tenía todo de cara para rebotar, ayer retomó el pulso alcista también contra pronóstico tras la nueva perforación de los 8.000 puntos del Dow Jones.
Este nivel fue reconquistado ayer con una subida del 1,34%, que alcanzó el 1,64% en el caso del S&P 500 y se fue hasta el 2,06% en el Nasdaq. Así pues, el momento no puede ser más crítico, porque la banda de oscilación de los índices se ha estrechado hasta la mínima expresión.
Pendientes del empleo
El dato de paro puede tener la última palabra para provocar que el mercado se venga definitivamente abajo y perfore los soportes, o para que consolide por fin un suelo e inicie un rebote sostenible. Aunque tampoco se fíen demasiado: lo mismo parecía que iba a ocurrir con el paro de diciembre, y los índices siguen sin romper el lateral.
La subida de ayer en EEUU, al igual que la remontada en Europa, se justifican por la posibilidad de que el Gobierno norteamericano suprima la norma del mark to market, es decir, la obligación de los bancos de valorar sus activos a precios de mercado, con la consiguiente pérdida en los activos tóxicos cuyo precio se ha hundido. Esta medida se incluiría en el programa para utilizar los 350.000 millones de dólares que le quedan al plan de Paulson, cuyo anuncio está previsto para el lunes, y permitiría a los bancos vender al Gobierno (al 'banco malo' que se supone va a crear) sus activos a un precio que no sería de venta forzada.
Aparte de eso, ayer las peticiones de subsidios de desempleo marcaron un nuevo récord y los pedidos de fábrica bajaron el 3,9%, más de lo esperado, pero la productividad y los costes laborales trimestrales fueron mejores de lo esperado. Los únicos beneficios empresariales relevantes fueron los de Cisco, que cayeron pero no tanto como se esperaba.