La institución estudia un sistema para reducirla penalización al exceso de reservas bancarias El inversor paga ya un 0,06% por refugiarse en el ‘Bund’ alemán por el nuevo giro acomadaticioV. Nieves / C. Jaramillo / D. Yebra madrid. El Banco Central Europeo (BCE) está estudiando imponer diferentes tramos al tipo sobre la facilidad de depósito que ahora mismo tiene fijado en el -0,4 por ciento, según adelantó este mismo miércoles el propio Mario Draghi, presidente de la institución, y confirmaron después otros cuadros. Esta tasa negativa daña la rentabilidad de los bancos que guardan en la institución su exceso de reservas bancarias, que en la actualidad superan los 1,2 billones de euros. Una cantidad a la que añadir los 656.000 millones de euros que mantienen en la facilidad de depósito â€"ver gráficoâ€". En total, un montante de 1,9 billones de euros conforma el denominado exceso de liquidez que está penalizado con el -0,4 por ciento. El sector bancario recibió la noticia con euforia en bolsa y, desde las 13.30 horas, inició una escalada que llevó al subÃndice que reúne a las entidades cotizadas en el Stoxx 600 a subir un 2,2 por ciento, aunque al cierre matizó el repunte hasta el 0,8 por ciento, por el tono bajista con el que abrió Wall Street. Entre los bancos más alcistas se situaron los más cuestionados: los alemanes Commerzbank y Deutsche Bank, el italiano Unicredit o el español Sabadell. La intención del BCE es echar una mano a la banca estableciendo un mecanismo por el que una parte del exceso de reservas no estuviera penalizado, algo que, por ejemplo, ya hace el Banco de Japón â€"ver apoyoâ€". Esta nueva vuelta de tuerca en el tono acomodaticio adoptado por la institución en los últimos meses, ante los inequÃvocos sÃntomas de desaceleración del crecimiento económico, impactó también en el mercado de deuda, donde el inversor llegó a asumir un coste del 0,08 por ciento por refugiarse en el Bund alemán y el interés del bono español a 10 años se acercó a mÃnimos del año, al regresar al 1,05 por ciento. Concretamente, Draghi abrió la puerta a tomar medidas para paliar el efecto adverso de los tipos negativos en un discurso pronunciado en Fráncfort . El banquero italiano ya habló sobre esta cuestión en la última reunión del organismo y declaró que necesitaban “examinarla con mayor profundidadâ€, lo que ya supuso un paso hacia adelante para se produzcan cambios en la forma en que se remuneran/penalizan el exceso de reservas, que son el activo más lÃquido que los bancos mantienen en el banco central de su jurisdicción para hacer frente a las salidas de depósitos y otros movimientos. Las entidades de crédito tienen la obligación de mantener un determinado nivel de reservas obligatorio por seguridad, un porcentaje de determinados pasivos. En la eurozona, este nivel es de 127.900 millones de euros, que está remunerado al 0 por ciento (tipo principal de refinanciación).El problema es que los bancos acumulan 1,2 billones de reservas que superan el nivel obligatorio (exceso de reservas) y que son las que están penalizadas con el -0,4 por ciento (tipo sobre facilidad de depósito). Además, las entidades tienen 656.000 millones de euros en este mismo mecanismo en su banco central nacional, lo que suma los casi 1,9 billones de euros que están penalizados por los tipos del BCE. La institución podrÃa estar cobrando a los bancos alrededor de 7.200 millones de euros al año. Este tipo negativo o penalización tiene como objetivo que los bancos reduzcan sus reservas en favor de la concesión de crédito a la economÃa real a un tipo de interés bajo. Pero tras la crisis, el crédito no fluye de igual forma y el dinero se acumula en reservas y activos muy seguros y lÃquidos (una especie de trampa de liquidez).La rentabilidad de los bancosSin embargo, los bancos argumentan que este tipo negativo está lastrando sus resultados, lo que a su vez afecta a su capacidad para conceder crédito. Ante ese bucle, algunos expertos creen que el BCE podrÃa tomar ejemplo de otros bancos centrales y establecer tramos diferentes de remuneración para las reservas que superen el nivel obligatorio. Este mecanismo podrÃa suponer un alivio el sector y su castigada rentabilidad.Apolline Menut y Alessandro Tentori, economistas de Axa IM, explican que la prolongación de los tipos negativos impondrÃa mayor presión sobre la rentabilidad de los bancos. “Otros tres años de tipos negativos podrÃa reducir el apetito por el crédito de la banca, un fenómeno conocido como la reversión de los tipos de interésâ€. Brunnermeier, profesor de EconomÃa en la Universidad de Princeton, explica que esta reversión se produce cuando una polÃtica monetaria expansiva (bajos tipos y masiva compra de activos) termina desembocando en una contracción del crédito (o un aumento de su coste) ante la incapacidad de la banca de traspasar a los depósitos de sus clientes los bajos tipos de interés. Esta situación se agrava a medida que la polÃtica expansiva se extiende en el tiempo y el alza de precios de los activos pierde fuelle.