La firma acaba de presentar su nuevo 'smartphone', pero los expertos prevén una caída de las ganancias de más del 30%Samsung ha revolucionado estos días el sector del smartphone por dos motivos. El primero es que el miércoles presentó su nueva familia de Galaxy S10, su móvil estrella (también el Samsung Galaxy Fold, a medio camino entre un teléfono y una tableta). El segundo es que lo ha hecho a unos días del Mobile World Congress, desmarcándose así de la competencia. Fotografía, memoria o rapidez son algunos de los aspectos que ha querido cuidar la compañía para que sus recientes dispositivos se ganen al público y éste no se fije solo en el precio (entre 700 y 1.300 euros, dependiendo del modelo). Ahora bien, de momento, no parece que el que será el rival del iPhone pueda salvar el 2019 de la firma. Y es que los expertos esperan que en el presente año gane unos 27.100 millones de dólares, es decir, un 32 por ciento menos que lo cosechado en 2018, cuando logró un beneficio récord. En la presentación de esos resultados Samsung admitió que "el entorno en general seguirá siendo difícil por el débil crecimiento del mercado global de smartphones y el impacto material de los costes". Su margen neto también caería hasta el 13 por ciento. Quizá un aspecto positivo con el que cuenta la empresa frente a su gran rival, Apple, es que su negocio no está tan condicionado por los móviles. Así, si para la surcoreana este segmento supone casi un 40 por ciento de las ventas, en el caso de Apple solo del iPhone depende más del 60 por ciento de la facturación. Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los tradicionales líderes del sector es el crecimiento que están experimentando nuevos jugadores, principalmente asiáticos, que son capaces de ofrecer móviles muy competitivos en prestaciones con precios muy inferiores. Es el caso de marcas como Huawei y Xiaomi. Eso sí, Samsung también tiene un peso muy importante en mercados como el de los semiconductores, donde pesca un casi un 30 por ciento de sus ingresos, o el de memorias, que supone un 23 por ciento del total. Por tanto, esa diversificación puede ser una tabla de salvación. "Los envíos mundiales de teléfonos inteligentes disminuyeron un 4,6 por ciento en el cuarto trimestre de 2018, marcando la quinta caída trimestral consecutiva a medida que se reduce el crecimiento orgánico y se prolongan los ciclos de reemplazo de los móviles. China lideró el descenso, debido a una economía lenta, ciclos de actualización más largos y saturación del mercado", explican Boyoung Kim y John Butler, analistas de la industria de Bloomberg. Aún tiene recorrido A expensas de ver qué año tendrá Samsung, lo que sí parece que tienen claro los expertos es que sus títulos todavía cuentan con atractivo. Desde que arrancó el ejercicio ganan más de un 20 por ciento, pero de cara a los próximos meses podrían anotarse otro 14 por ciento más si alcanza su precio objetivo, en los 47,74 dólares. Por otro lado, más de un 90 por ciento de las firmas de inversión recomienda comprar sus títulos, mientras que ninguna opta por venderlos, algo que lleva siendo así desde el pasado mes de octubre.