Dos meses dan para mucho. Incluso para nublar el panorama de un sector en el que todo pintaba de maravilla. Pero la vida de los mercados es cambiante, y el petróleo no se escapa de esta realidad. La cotización del crudo ha bajado casi 20 dólares entre agosto y octubre. Y esta caída, tan favorable para compañías como las aerolíneas, puede dejarse notar incluso en los resultados de las empresas petroleras en el tercer trimestre, que ya se ha visto parcialmente influido por el retroceso de los precios del oro negro. Al menos, ésta es una posibilidad que maneja el banco de inversión estadounidense Merrill Lynch. Según sus previsiones, el beneficio conjunto de las nueve mayores petroleras europeas podría sufrir en el tercer trimestre su primer retroceso después de tres años consecutivos de incrementos trimestrales. Sus pronósticos apuntan a que la cifra total podría situarse en los 21.985 millones de dólares, frente a los 22.282 millones del mismo periodo de 2005 y los 24.370 millones registrados en el segundo trimestre de este mismo año. En concreto, este retroceso, si se confirma, sería el primero desde el segundo trimestre de 2003. Al mismo tiempo, la entidad norteamericana ha recortado drásticamente sus previsiones sobre la evolución de los precios del petróleo para el último trimestre del año. Anteriormente, Merrill Lynch barajaba que el barril Brent, que sirve como referencia en Europa, cotizaría en el último trimestre del año a 68 dólares. Ahora, en cambio, sitúa ese precio en los 60 dólares. Ayer, el Brent caía de nuevo por debajo de ese nivel en los mercados, puesto que cotizaba a 59,7 dólares por barril.