El banco nipón Sumitomo también se plantea invertir en Goldman más de 600 millones de dólares madrid. ¿Es un pájaro? No. ¿Es un avión? No. Es Warren Buffett, también conocido como el Oráculo de Omaha (Omaha casi existe en el mapa gracias a él), quien ha acudido al rescate de Goldman Sachs. Lo ha hecho comprando el 9 por ciento de las acciones del ya banco comercial a un precio de 5.000 millones de dólares. El acuerdo contempla también la inversión de 5.000 millones más en un plazo de cinco años. En una entrevista con CNBC, el gurú ha asegurado que Goldman es "la mejor firma de Wall Street" y "una institución excepcional" y ha instado al Congreso a que apruebe el Plan de Rescate de la FED ya que "se conseguirá mucho dinero". No es el único que se ha apuntado al rescate de Goldman. También el banco nipón Sumitomo, la tercera entidad más grande de Japón, ha mostrado su interés en hacerse con parte de las acciones del que ya es el último banco de inversión que queda en pie, aunque algunos medios apuntan que el desembarco de Buffett podría haberles dejado fuera de juego. Con la operación sobre el banco de inversión Goldman Sachs, Buffett vuelve a demostrar que no le asusta la crisis de las subprime. Quizá sea por eso por lo que cada vez que aparece que una compañía tiene problemas como consecuencia de las hipotecas de alto riesgo, su nombre sale a relucir como uno de los potenciales compradores (en este caso salvadores). Pasó a principios de año cuando se anunció el plan de rescate de Bear Stearns, que al final cayó en manos de JPMorgan Chase. También pasó con Countrywide Financial; y más recientemente con AIG . Finalmente ha sido Goldman la que ha despertado el interés de esté gurú. No sorprende que el nombre de Buffett vaya ligado a las oportunidades que puede despertar entre los inversores la crisis financiera, a la que ha calificado de "Pearl Harbour económico". De hecho, nada más estallar la crisis, y antes de que muchos supiéramos que era exactamente una hipoteca subprime, Warren Buffett ya anunció que había comprado algunos de estos activos a través de su división de viviendas prefabricadas Clayton Homes. No contento con eso, también decidió incrementar las posiciones de su holding, Berkshire Hathaway, en bancos muy tocados por la deuda subprime como US Bancorp y Wells Fargo. De hecho, éste último es, tras Coca Cola, el que concentra la mayor posición de su cartera (15,1 por ciento). Además, echó un nuevo órdago al sistema cuando la crisis golpeó a las aseguradoras de bonos. Anunció en una entrevista con la cadena CNBC que había ofrecido a las tres monolines más grandes de EEUU, Ambac Financial, MBIA y FGIC, reasegurar 800.000 millones de dólares en bonos municipales a través de su propia aseguradora, Berkshire Hathaway Assurance Corporation. 'Crisis' igual a 'Oportunidad' La crisis de las suprime no es la única ventana que se le ha abierto a la hora de invertir en el sector financiero. En los 90 se convirtió en consejero delegado de Solomon Brothers, envuelta en una investigación criminal por escándalos relacionados con el Tesoro. También se planteó ayudar al hedge fund LTCM, dirigido por empleados de Solomon, aunque finalmente no lo hizo porque iba contra uno de sus principios más repetidos: "Nunca invierta en un negocio que no entiende". El fondo se declaró finalmente en bancarrota. Continúan siendo un misterio los negocios futuros que podría llevar a cabo este hombre de 77 años y que compró su primera acción con tan sólo 11. Durante su gira europa anunció que se había planteado invertir en compañías española a largo plazo, y aseguró que su target siguen siendo empresas familiares que tengan beneficios antes de impuestos de al menos 32 millones de euros. De momento, ya ha reconocido que le interesa "algún activo de AIG".