'New York Times' asegura ahora que otra aseguradora, Washington Mutual, ya se ha puesto en venta madrid. Y al quinto día, la firmeza de la Reserva Federal se vino abajo. El viernes, y de una tacada, el supervisor del sistema bancario estadounidense dejó caer a Lehman Brothers y negó a AIG un crédito puente de 40.000 millones de dólares -28.300 millones de euros- que hubiera permitido evitar una rebaja de ratings. Su presidente, Ben Bernanke, y el secretario del Tesoro, Henry Paulson, pretendieron así escarmentar al sector financiero y dejar claro que ya no se asumirían los errores del sector privado con dinero de los contribuyentes. Cinco días después, de la pretendida dureza de las autoridades no queda nada. La quiebra de AIG, la mayor aseguradora del mundo y con la que casi todas las grandes entidades a ambos lados del Atlántico tenían contratada la protección de muchas de sus inversiones, amenazaba con provocar un maremoto de consecuencias impredecibles. Y ante la incapacidad de Goldman Sachs, JPMorgan Chase y Morgan Stanley de conseguir el dinero necesario entre inversores privados, Bernanke y Paulson tuvieron que abrir la chequera. Si el viernes las estrecheces de AIG se cifraban en 40.000 millones, ahora el dinero necesario ascendía ya a 85.000 millones de dólares -alrededor de 60.150 millones de euros-. Si no quieres taza, toma taza y media. Este fuerte incremento en las necesidades de capital de la aseguradora se debe a los sucesivos recortes de sus ratings de riesgo por parte de Moody's, Standard & Poor's y el resto de las agencias de calificación. Estas rebajas obligan a AIG a elevar las provisiones para cubrir las posiciones de riesgo asumidas por una de sus filiales en el mercado de los bonos hipotecarios. Los expertos señalan que AIG, con una enorme presencia en el mercado de los reaseguros, era la principal contraparte de las entidades financieras en el mercado secundario de deuda. Esto es: aseguraba las potenciales pérdidas que sus clientes sufrieran con los bonos hipotecarios. AIG, por tanto, se enfrentaba a la posibilidad de tener que pagar miles de millones de dólares en caso de impago de esos bonos, contaminados por los créditos subprime. Una reacción en cadena que podría haberse traducido en docenas de quiebras en todo el mundo. Y un riesgo que Paulson y Bernanke no estaban dispuestos a asumir. A cambio de los 85.000 millones, la Fed tomará el 79,9 por ciento de las acciones de AIG y asumirá su gestión. AIG no es la única aseguradora que está ahora mismo en el punto de mira. También lo está Washington Mutual. Según publica The New York Times, el máximo accionista de la compañía, TPG puso en venta la compañía hace unos cuantos días. Entre los posibles compradores estarían JP Morgan.