La bolsa americana se aferra a máximos al ver todavía lejano un repunte del precio del dineroLa institución rebaja su previsión de crecimiento e inflación para este año, pero espera menos paroJanet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, y los miembros del Comité de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés) han perdido la paciencia y se preparan ya para la primera subida de tipos de interés en Estados Unidos en casi una década. El comunicado emitido ayer al término de su reunión de dos días eliminó esta palabra clave dejando la puerta abierta a un encarecimiento del dinero que podría llegar en junio. "No podemos excluir una subida de tipos en junio", aseguró la guardiana que vela por la política monetaria de la mayor economía del mundo. Aún así aclaró que "la modificación de su orientación no debe interpretarse como que el Comité ha decidido ya el momento para la subida inicial de los tipos". Sin embargo, el revolotear de los halcones, cuya euforia comienza a notarse en el seno de la institución, no impidió que los pichones ofrecieran cierto respiro a los inversores. "Un incremento en la tasa de los fondos federales sigue siendo poco probable en abril", advertían previamente los altos funcionarios del banco central, cumpliendo así con la promesa realizada por Yellen durante su comparecencia del pasado febrero en el Capitolio. Un hecho que se dejó notar inmediatamente en Wall Street, donde el Dow Jones sumó más de 100 puntos, el Russell 2000 tocó máximos y la rentabilidad del bono del Tesoro a 10 años cayó por debajo del 2 por ciento. En este contexto, los diez mandamases encargados de deshacer la política más acomodada en los 100 años de historia de la institución, dieron a entender que la primera subida de tipos "será apropiada cuando se registre una mejora aún mayor del mercado laboral" y los expertos del banco central estén completamente seguros que la inflación se dirigirá hacia el objetivo del 2 por ciento a medio plazo. Peores previsiones para 2015 Según las proyecciones económicas actualizadas presentadas al término del encuentro, ese objetivo del 2 por ciento para la inflación no se alcanzará hasta 2017, cuando los precios deberían moverse entre una horquilla del 1,9 y el 2 por ciento. Como estaba previsto, dado el moderado arranque de año que ha experimentado el país, la Fed también rebajó sus previsiones de crecimiento para la economía, que crecerá entre un 2,3 y un 2,7 por ciento frente al 2,5 y el 3 por ciento previsto en diciembre. Además, recortaron las estimaciones de crecimiento para 2016 y 2017. Aún así, también revisaron a la baja la tasa de paro, que este año debería tocar entre el 5 y el 5,2 por ciento. Una radiografía que a ojos de Yellen "no es débil". "Si tenemos en cuenta los distintos factores, continuamos proyectando un crecimiento por encima de la tendencia así como una mejora del mercado laboral", explicó Yellen. "Vemos una considerable fortaleza implícita en la economía de EEUU y pese a lo que parece un débil primer trimestre, esperamos un buen comportamiento para la actividad económica", matizó. En estos momentos, pese a que la mayoría de la Fed está dominada por miembros que favorecen una política monetaria acomodaticia, lo que comunmente se conoce como paloma en la jerga financiera, la mayoría espera una subida de tipos este año. Sin embargo, este recorte en la liquidez se llevará a cabo a un ritmo bastante lento. El banco central espera que los tipos de interés cierren el año entre un 0,5 y un 0,75 por ciento y ronden el 2 por ciento al cierre de 2016. Si Yellen decide copiar el patrón de otros predecesores y subir tipos en tandas de un cuarto de punto, la Fed sólo implementaría dos subidas en 2015 y cinco el año que viene. Reconoce el 'daño' del dólar Un tema que el comunicado de la Fed no mencionó pero que Yellen se vio obligada a tocar durante la rueda de prensa fue la revalorización del dólar. Al fin y al cabo, históricamente hablando, la temática del billete verde siempre ha sido un negociado del Departamento del Tesoro de EEUU. Sin embargo, la presidenta de la Fed reconoció que "la inflación ha caído por debajo de su objetivo a largo plazo" al mismo tiempo que indicó que "la caída en los precios de importación también ha frenado las presiones inflacionistas". También puso de manifiesto cómo buena parte de sus subordinados rebajaron las perspectivas de crecimiento debido "a unas previsiones más débiles en lo que se refiere a las exportaciones netas". Básicamente, reconoció así que la fortaleza del rey dólar aleja a la Fed de sus objetivos y que la divisa está encareciendo las exportaciones. Aún así, el comunicado dejaba claro que, en estos momentos, los riesgos sobre sus proyecciones están casi "equilibrados", es decir, no se esperan nubarrones en el horizonte, al menos a corto plazo. "El comité espera que, con el alojamiento de una política apropiada, la actividad económica se expandirá a un ritmo moderado", destacó el escrito. Yellen también dio carpetazo a la posible burbuja en ciernes. Desde su punto de vista, "las valoraciones son elevadas pero no superan los niveles históricos", dijo en referencia a la renta variable. Eso sí, "algunos mercados de deuda corporativa, observamos spreads inusualmente bajos" pero, en general, los riesgos son "moderados".