Fija en 500 millones el mínimo para que las cajas puedan 'seducir' a los grandes inversoresmadrid. El banco de inversión UBS consideró ayer que "el momento actual no es idóneo para emitir cuotas participativas" por "la falta de confianza en los mercados" -propiciada por la crisis financiera internacional- y emplazó cualquier intento "al primer semestre de 2008" Además, cree que no daría tiempo a que las distintas autoridades registraran la operación, en referencia a las cajas que estudien lanzar este instrumento para captar fondos. Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) es la única entidad con un plan para emitir cuotas. Así lo explicaron ayer los responsables de UBS en un seminario sobre Cuotas Participativas, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). En la jornada participaron Alfredo Fernández, managing director de UBS en España, Stéphane Vojetta, director de Banca de Inversión de UBS, junto a Luis de la Peña y Rafael González-Gallarza, socios de Garrigues. "Hoy no es el mejor momento. Es mejor que hace un mes, pero peor que hace seis meses", explicaron en el curso-seminario organizado por la APIE.Además, desde el banco de inversión fijaron en "500 millones de euros" el importe mínimo de cualquier emisión de cuotas participativas con el objetivo de ser lo suficientemente interesante para los inversores institucionales: este instrumento "es para las cajas grandes y medianas", señalaron, tras matizar que el mundo institucional "estudia la compañía y si la inversión máxima se queda en 10 millones, no entran", añadieron en el curso.Las cuotas participativas son similares a las acciones pero sin derechos de voto. Además de CAM, otras entidades se han interesado, en algún momento, por este instrumento de captación de fondos, como Caja Madrid, Caixa Galicia, Caixanova o Caja Murcia, aunque ninguna tiene planes concretos para lanzar estos instrumentos. La ley fija en un 5 por ciento el porcentaje máximo que podrá tener cualquier grupo, con un límite global del 50 por ciento del patrimonio de las entidades. Este tope se estableció para alejar el fantasma de la privatización, ya que los sindicatos temen que las cuotas sean la antesala de la privatización. Este producto, en opinión de los expertos, nace como un instrumento de solvencia y va a salir a bolsa con el mismo trato que las acciones, ya que sus dividendos o plusvalías tendrán el mismo tratamiento fiscal que las acciones ordinarias.