El seguro contra impago alcanzó un nuevo máximo en los 306,45 puntos básicosmadrid. El intento de frenar el pánico al contagio no funciona. Lo cierto es que la percepción de riesgo sigue latente en los mercados financieros. Al Tesoro le resulta cada vez más caro financiarse, pues los inversores reclamaron ayer una rentabilidad a los bonos españoles a 10 años de más del 5 por ciento, la más elevada desde el año 2002. La prima de riesgo en relación al bund alemán, de referencia en Europa, llegó a situarse ayer en los 250 puntos básicos. Esto significó que, durante unas horas, los inversores demandaron una rentabilidad a la deuda pública de nuestro país que casi duplicaba a la exigida en Alemania. Algo que no había sucedido en los últimos 20 años. La ruptura de máximos empieza a convertirse en una mala rutina en los mercados de deuda. Pese a que la bolsa española cerró ayer la sesión en terreno positivo, en el mercado de deuda continuaron marcándose récords. El diferencial del bono español con el alemán cerró en los 235 puntos básicos, pero durante la sesión llegó a situarse en los 250 puntos. Esta brecha no es producto de un solo día. No se produjo porque se estuviera reduciendo la rentabilidad exigida a Alemania -ésta cerró la jornada con un aumento mayor que en el caso de España-, sino que es fruto de un continuo encarecimiento de la financiación al Tesoro español. Las ventas situaron ayer el rendimiento del bono en el 5,03 por ciento, mientras que el alemán cerró en 2,7 por ciento. Seguimos en el 'top ten' El seguro contra un posible impago de deuda pública (CDS, por sus siglas en inglés) de nuestro país se colocó el martes entre los diez más altos del mundo y ayer se mantuvo en una décima posición, tras cerrar en 296 puntos básicos -durante el día el CDS llegó a cotiza en 306 puntos-. En esta lista siguen por delante otros países periféricos como Portugal (a menos de 100 de diferencia), Irlanda y Grecia (a más distancia). Se trata de un alto puesto en el ranking que alerta de que el mercado percibe aún el riesgo de contagio en nuestro país. Pero esta búsqueda de protección ante una posible situación de impago no es la única razón que está motivando que se disparen los CDS. Si bien este instrumento fue diseñado para que los bonistas pudieran cubrirse de su exposicón a la deuda pública, los analistas consideran que los CDS están siendo utilizados como un activo especulativo, lo que está contribuyendo a elevar fuertemente sus precios. "Ahora se han convertido en un mecanismo de especulación que además se ve agravado por la poca liquidez que presentan", comenta Soledad Pellón, estratega de mercados de IG Markets. Esto provoca que la subida pueda estar distorsionada, es decir, que realmente no sólo sea el reflejo de un sentimiento de pánico. Pellón apunta a que "una medida que tranquilizaría los mercados sería la prohibición de la compra de CDS si no se es previamente poseedor del bono al que cubren". Pero aunque se pueda estar produciendo esta especulación, por el momento, continúa siendo uno de los instrumentos de los que se disponen para diagnosticar el miedo de los inversores y mientras siga al alza seguirá siendo un síntoma de desconfianza en los países periféricos.