madrid. Los bonos vienen marcando en las últimas semanas la actualidad de todos los mercados. Los inversores se preguntan si la deuda a 10 años seguirá repuntando o no, pero hay más aspectos que tener en cuenta. Por ejemplo, si uno se queda en el hecho de que estos bonos rompieron la semana pasada su pésima racha de caída de precios desde abril se pierde la clave de las últimas semanas: la diferencia entre el rendimiento que ofrecen los bonos a dos años y aquellos a diez años. El pasado viernes esta brecha se amplió hasta los 23 puntos básicos (100 puntos básicos son un punto porcentual), la diferencia más alta desde hace más de año y medio.Esto significa que aunque los inversores compraron bonos de diez años la semana pasada, todavía se hicieron con muchos más del plazo más corto. Y esto es importante porque refleja lo que en la jerga del sector se denomina vuelo hacia la calidad, que refleja que los inversores están temerosos de un incremento del riesgo.¿Y todo eso se deduce de que se compren títulos a dos años en vez de a diez? Sí, porque estos bonos tienen lo que se denomina menor duración, un concepto diferente al vencimiento y más importante que éste, ya que refleja la sensibilidad de su cotización a los movimientos de los tipos de interés.Lo que preocupa ahora a los inversores en renta fija no es tanto la inflación, como ocurría hace unas semanas, sino las consecuencias de la crisis de dos hedge funds de Bear Stearns que el banco de inversión está tratando de rescatar de una hipotética quiebra.Todos los ojos está puestos ahora en la reunión de la Reserva Federal la próxima semana.