La semana pasada les sugeríamos vigilar índices como el Euro Stoxx 50. Analizándolo, se puede observar como ya son nueve las semanas en las que el índice se mantiene al cierre semanal por encima de los mínimos que marcó en la anterior. Los últimos se establecieron en los 4.330 puntos, que se convierten ahora en la línea divisoria que separa un escenario alcista de uno bajista, dependiendo de si se mantienen o se pierden. Así, mientras este soporte se conserve no habrá confirmación de un giro sensible y, por ende, se mantendrá la tendencia alcista y las posibilidades de seguir asistiendo a mayores subidas. Pese a este teórico buen tono alcista, no se nos escapa lo acontecido la semana pasada, donde hubo el primer conato de pérdida de soportes en los principales índices de la eurozona. Ojo con ello, porque fueron las primeras señales de debilidad importantes desde el 15 de marzo, cuando comenzó lo que es el último tramo alcista relevante. De momento, en el debate entre los que apostaron por una continuidad en la tendencia alcista y los que pensaron que se había visto un techo, han salido vencedores los primeros. Pero que no se confíen. Las primeras dudas respecto a la fortaleza de la subida han llegado. Por ahora, somos partidarios de no ser los primeros en saltar del tren alcista ya que luego incorporarse a la tendencia resulta dificultoso si finalmente no se forma el giro bajista esperado. Por tanto, mientras el EuroStoxx 50 no pierda los 4.330 puntos (los 14.450-14.175 puntos en el Ibex 35), la recomendación es seguir en bolsa.