madrid. Hace una década lo innovador era lanzar un fondo tecnológico, que permitiera estar presente en empresas de tecnología de última generación o Internet; ahora, lo nuevo es lanzar un producto de compañías agrarias, como el DWS Invest Global Agribusiness que anunció ayer la gestora de Deutsche Bank en España. ¿Hemos pasado de la revolución industrial y del boom del sector servicios a una contrarrevolución agrícola? ¿Volverá a imponerse el sector primario sobre el secundario y el terciario?Según explican desde DWS, "el continuo crecimiento de la población mundial y las nuevas demandas alimenticias que proceden, fundamentalmente, de los países en desarrollo, están haciendo de la industria agrícola una de las más atractivas y con mayor potencial de revalorización". Para aprovechar estas dinámicas, los gestores del fondo "combinan la inversión en sectores tradicionales con la búsqueda de nuevas oportunidades a través de compañías como las de biofuel, agro-meteorología o la acuicultura", dice la firma en una nota.¿Y funciona? Según la entidad, "desde su lanzamiento en noviembre de 2006 acumula una rentabilidad del 7,8 por ciento". Los gestores pueden elegir compañías de cualquier país y negocio agrario.