En 1991 España distaba de ser el manantial de fusiones y adquisiciones que es hoy. Aunque el empujón de los fondos europeos ya se estaba dejando notar, la situación económica y financiera era más próxima a la de un mercado por desarrollar que a la de un mercado desarrollado. Tal vez por eso, y dadas las promesas que podrían hacerse realidad en el futuro, un reducido grupo de personas decidió constituir ese año un banco de inversión independiente. Eligieron un nombre sencillo, pero también muy gráfico, como es el de Socios Financieros, posiblemente porque ellos mismos perseguían un objetivo igualmente claro: prestar un servicio de asesoramiento independiente y objetivo a empresas nacionales e internacionales. Teodoro Millán y Nicholas Walker formaron parte de ese grupo de personas. Hoy, desde la amplia perspectiva que dan 15 años de experiencia, aportan su visión sobre un panorama marcado por los movimientos corporativos y, cómo no, por la importante irrupción del capital riesgo.P ¿Qué sabor de boca les dejó el año 2006?R Nicholas Walker: El factor más destacable en España radicó en que el mercado se ha demostrado capaz de comprar negocios importantes fuera de nuestras fronteras. España, que antes era un país receptor de inversión, ha pasado a exportar esa inversión. Las reglas del juego están cambiando. Teodoro Millán: Lo cierto es que el último año fue muy activo. Ocurrieron muchas cosas, con las salidas a bolsa, la actividad de las firmas de capital riesgo, la llegada de nueva liquidez y el apoyo que da la positiva coyuntura económica. Este entorno nos llevó a completar más de 20 operaciones, una cifra histórica. P El capital riesgo parece figurar detrás de todas las operaciones que se plantean ahora. ¿Qué importancia tiene en su negocio?R T. M.: El peso del capital riesgo ha crecido y la tendencia es que aumente más, pero de forma equilibrada para que no suponga más del 50 ó el 60 por ciento de la actividad. N. W.: El protagonismo del capital riesgo es normal porque su vocación consiste en estimular operaciones. Ahora, el 60 por ciento de nuestros asesorados está vinculado de alguna forma al sector. P ¿Cómo se mueve una firma independiente en un entorno en el que existe tanta competencia? ¿Qué les distingue?R N. W.: En el mercado hay unas 80 firmas asesorando, y aunque no se puede hablar de mercado saturado, sí es cierto que hay suficientes jugadores. Nuestra vocación es liderar tendencias, y podemos decir que tenemos cierta reputación en este sentido. De hecho, participamos en la compra de Parques Reunidos por Advent International, el primer ptop (public to private -compra de una empresa cotizada por parte de una sociedad de capital riesgo-) que se hizo en España. T. M.: Hay mucho dinero, pero hacerte con él no es nada fácil porque hay mucha competencia. Pero el problema no es la liquidez, porque hay mucha. Las que son más escasas son las buenas ideas que se generan en torno a los equipos de gestión. Éstos son muy importantes, pero uno de los problemas es que suelen tener poca experiencia en hacer valer su capacidad negociadora en una operación. Ahí entramos nosotros, y para nosotros lo importante es la innovación, llegar a ser creativos en las operaciones. En este sentido, la clave reside en dar un servicio artesanal. Puede haber un efecto llamada que haga llegar a nuevos jugadores, pero no se puede improvisar. La confianza la da un equipo profesional con experiencia. P ¿Qué tipo de operaciones resultan más estimulantes o suponen un reto mayor?R T. M.: Para mí, lo más estimulante muchas veces es una operación que no se acabe en la operación, sino que sea parte de un proyecto más amplio. P ¿Hay tanto apetito comprador y vendedor en el mercado como parece?R N. W.: Es un hecho que hay más operaciones que antes. Obedece a que hay una cierta tendencia a que los dueños están más dispuestos a venderlas si creen que alguien puede aportar más valor. P Sin embargo, en todo el frenesí de movimientos corporativos la bolsa no termina de salir bien parada. Muchas empresas prefieren ser compradas por el capital riesgo, y éste compra compañías y las excluye de bolsa. ¿Por qué? R N. W.: También es un hecho, pero es que cotizar en bolsa tiene dos grandes debilidades para las empresas. Por un lado, que están expuestas a recibir una oferta de compra (opa). Y por otro, que deben afrontar unas exigencias de información muy estrictas. Y hay que tener claro que existen mecanismos alternativos a cotizar en bolsa. P ¿Se pueden estar cometiendo excesos en el capital riesgo?R T. M.: Las operaciones de capital riesgo son de las más analizadas que existen. Participan muchos agentes en ellas, por lo que son unas transacciones que pasan por exámenes muy rigurosos. Los multiplicadores han podido subir, pero no hay visos de que la situación sea insostenible. En este sentido, hay que precisar que en el capital riesgo no todo es como parece: hay fondos que no ganan dinero, que desaparecen, pero esos casos no se propagan tanto como las historias de éxito. P ¿Cuáles son los principales riesgos que pueden afectar a la situación económica y financiera?R N. W.: Las amenazas no provienen de factores microeconómicos, sino que tienen que ver más con cuestiones macroeconómicas. Tampoco hay que olvidar que existen factores como el terrorismo. Por probabilidad histórica habrá crisis. Y en ese caso sí será interesante ver cómo responden las sociedades de capital riesgo.