LECCE, Italia (Reuters) - Los países más ricos del mundo, alentados por señales que indican que la crisis crediticia está amainando, han empezado a estudiar cómo retirar los planes de emergencia para rescatar a las economías cuando la recuperación sea segura, dijeron el sábado sus ministros de Finanzas.
Los ministros, reunidos en el sur de Italia, describieron a sus economías en los términos más positivos desde el hundimiento de Lehman Brothers hace nueve meses, que marcó el comienzo de la peor crisis financiera mundial desde la Gran Depresión de la década de 1930.
"La fuerza de la tormenta económica está disminuyendo. Hay crecientes señales de estabilización en nuestras economías", dijo el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, mientras los ministros de Finanzas del G-8 finalizaban conversaciones de dos días.
Pero los ministros difirieron claramente sobre el ritmo con el que el mundo empezará a reducir los enormes planes de gasto estatal y subir los tipos de interés. Y hubo constantes desacuerdos sobre otros aspectos de la crisis, especialmente respecto del estado y solidez de los bancos.
En el comunicado final de la reunión, los ministros dijeron que habían discutido sobre un "marco apropiado" en el que poner fin eventualmente a las políticas de estímulo, y pidieron al Fondo Monetario Internacional que analice posibles estrategias.
ESTRATEGIAS DE SALIDA
Un alza en los bonos a largo plazo de los gobiernos en las últimas semanas demuestra que los mercados temen que las grandes sumas de dinero público inyectadas a las economías terminen aumentando la inflación y afectando las finanzas de los estados en los próximos años.
Por ello, había aumentado la presión en el G-8 para que las negociaciones abordasen fórmulas para reducir los fondos de estímulos cuando éstos ya no sean necesarios, "estrategias de salida" que evitarían que los tipos de interés en los mercados se disparen, amenazando la recuperación económica.
Pero si algunos países dan marcha atrás en los planes de estímulo antes que otros, podrían ser acusados de no hacer lo suficiente para asegurar una mejora en la economía mundial.
El comunicado de los ministros destacó que no habría un fin inmediato a los planes de estímulo, indicando que el desempleo podría continuar elevándose incluso si la producción empieza a recuperarse.
"Aunque el panorama económico está mejorando, la situación sigue siendo incierta", indicó el texto.
"Debemos seguir vigilantes para asegurarnos de que la confianza del consumidor y del inversor se recupera completamente y que el crecimiento se vea apuntalado por mercados financieros estables y sólidas bases", agregó.
El G-8 agrupa a Estados Unidos, Alemania, Japón, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y Rusia.