Los agricultores franceses reclaman un plan como el de la banca

París, 16 oct (EFE).- Las acciones de protesta de los agricultores franceses se multiplicaban hoy por todas las regiones de Francia para reclamar un plan de salvamento del sector a imagen del de la banca o el del automóvil ante el bajón de los ingresos.

La jornada de protesta, convocada por las dos principales organizaciones profesionales, la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA) y Jóvenes Agricultores (JA), comenzó de madrugada con columnas de tractores que ralentizaban la circulación en las grandes vías de la periferia de las ciudades, que denominaron "operaciones caracol".

Dichas "operaciones" atascaron el tráfico en autopistas en torno a Toulouse, Clermont Ferrand, Poitiers, Metz o Luneville, pero la acción más espectacular de la mañana se desarrolló en los Campos Elíseos de París, donde hacia las 07.30 locales (05.30 GMT) desembarcaron un centenar de agricultores con varios tractores que interrumpieron la circulación.

Los tractores se concentraron a la altura del lujoso restaurante Fouquet's, famoso por haber sido el lugar elegido por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para festejar con sus amigos más próximos su victoria cuando llegó a la jefatura del Estado en mayo de 2007.

Los agricultores volcaron enormes balas de paja y neumáticos en la calzada y prendieron una fogata de la que salía una negra humareda por el que es habitualmente uno de los principales ejes de circulación de la capital francesa a esa hora de la mañana.

Por si había dudas, las razones de elegir Fouquet's las dio un dirigente de JA que organizaba la movilización sobre el terreno, que explicó que sus demandas se dirigían directamente a Sarkozy, porque en un régimen político como el francés, todo el poder está en sus manos.

El presidente del FNSEA, Jean-Michel Lemétayer, reiteró esa idea y subrayó que "nada se decide sin su aval", que la política europea e internacional son competencia directa del presidente de la República, del que esperan, igual que del resto de jefes de Estado de la Unión Europea (UE), "un cambio de orientaciones" y "salir de la lógica" del mercado como principio absoluto.

La FNSEA y JA, que fueron muy criticadas por no participar en la huelga europea del sector lechero iniciada el mes pasado con el polémico vertido de millones de litros de leche en pleno campo, esperan volver a liderar las reivindicaciones del sector y reunir hoy al menos 40.000 agricultores en toda Francia.

"Hemos esperado el fin de las últimas producciones de la temporada, como las manzanas, las peras o la vendimia antes de lanzar una movilización nacional", explicó Lemétayer, que recordó que la crisis afecta al sector en su conjunto, y no sólo a la leche, y por eso reclaman "un plan de ayuda global" de 1.400 millones de euros, de los cuales 400 millones inmediatamente.

El ministro francés de Agricultura, Bruno Le Maire, se esforzó en mostrarse comprensivo con la situación de los que hoy protestan, al admitir "la desesperanza" de unos profesionales cuyos ingresos han caído en lo que va de año entre el 10 y el 20 por ciento respecto a 2008, según unas cifras que su departamento publicará la próxima semana.

Le Maire avanzó que en unos días presentará "un plan global de apoyo a la agricultura" que pasará sobre todo por exoneración de tasas en 2009, y trasladó una parte de la responsabilidad para resolver la crisis a la UE, al poner la presión sobre el Consejo de Ministros de los Veintisiete el próximo lunes.

El ministro francés, refiriéndose a la UE, subrayó que "la regulación es indispensable (...) no sólo para la leche, sino para todos los sectores agrícolas" teniendo en cuenta su carácter "estratégico" y la crisis que atraviesa.