
Miami (EEUU), 13 feb (EFE).- La Justicia estadounidense asestó hoy un duro golpe a las esperanzas del español Pablo Ibar de abandonar el corredor de la muerte, después de que un juez rechazara su petición de anular y repetir el juicio en el que fue condenado por un triple asesinato.
"Han sido muy malas noticias, después de tres años (desde que se presentó la petición). Tanto tiempo nos está consumiendo", dijo a Efe entre lágrimas la esposa del condenado, Tanya, quien tenía muchas esperanzas en que el recurso fuera admitido.
Ibar fue condenado en 2000 a pena de muerte por los asesinatos de Casimir Sucharsky, dueño de un club nocturno, y dos mujeres, Sharon Anderson y Marie Rodgers, cometidos en 1994 en una residencia de Florida y captados por una cámara de seguridad.
El español, que también tiene la nacionalidad estadounidense, siempre ha mantenido su inocencia y no se ha presentado prueba alguna que le vincule físicamente a los crímenes, pero las imágenes del vídeo fueron utilizadas como pieza central para solicitar la pena máxima.
El entorno de Ibar, que lleva 17 años en prisión y es el único español en el corredor de la muerte en EEUU, era optimista ante la audiencia de hoy, ya que el juez Jeffrey R. Levenson la había aplazado en tres ocasiones para estudiar más en profundidad los argumentos expuestos por su abogado, Benjamin Waxman.
Sin embargo, Levenson se limitó hoy a llamar al estrado a Waxman y a las dos fiscales encargadas del caso para entregarles un documento de 48 páginas en el que expone su decisión, que la defensa apelará ante el Tribunal Supremo de Florida.
Entre los argumentos alegados para pedir la repetición del juicio destaca que las imágenes de la cámara de seguridad eran borrosas y de pobre calidad, y no permitían identificar con certeza a la persona que aparece en ellas, según dijo en una audiencia en 2009 el experto en análisis forense de imágenes Raymond Evans, quien incluso afirmó que en Gran Bretaña nunca se habrían aceptado como prueba.
El otro argumento es que el abogado de oficio que defendió a Ibar, Kayo Morgan, reconoció posteriormente haber cometido graves errores, como no requerir el testimonio de un experto en reconocimiento facial.
Morgan admitió en 2009 que su defensa fue muy deficiente porque atravesaba un complicado periodo personal debido a los problemas de su esposa, que era drogadicta, y su mala salud, con continuos cuadros depresivos y "neumonía, insomnio, asma, bronquitis y fatiga", entre otras enfermedades.
"La Corte encuentra que el acusado ha sido incapaz de probar deficiencia en el ejercicio de la defensa o que haya resultado en un perjuicio (para él)", por lo tanto "esta reclamación debe ser denegada", afirmó el magistrado en el documento de rechazo al recurso al que tuvo acceso Efe.
La línea argumental de que "a Ibar le fueron negados sus derechos constitucionales a contar con una asistencia legal eficaz", prosigue el juez, "erró" al establecer que "había un campo científico generalmente aceptado para identificación facial o que Evans fuese un experto en dicho campo".
Además, el experto facial concluyó que la "calidad del vídeo era tal que no podía hacerse una identificación positiva" del autor del crimen pero "admitió que no podía descartar que el acusado fuese el asesino captado en el vídeo", precisa el juez.
El rechazo del recurso cayó como un jarro de agua fría sobre muchos de los asistentes, entre los que estaba Tania con algunos familiares, el hermano de Ibar y varios de sus primos, que viajaron desde España para visitarle.
Según comentaron éstos hoy a Efe, el condenado estaba el sábado muy nervioso y desconfiado pese a los ánimos de su abogado y su entorno, que confiaban en la aceptación del recurso dada la contundencia de los argumentos presentados.
"Me he quedado bastante desolada. Primero porque hayan denegado la moción y segundo por la forma en que se ha hecho: en tres minutos le han entregado al abogado la denegación", lamentó en declaraciones a Efe la cónsul de España en Miami, Cristina Barrios.
En cualquier caso "no me da la impresión de que sea un caso cerrado. Para nada. Tenemos ahora una apelación al Supremo y seguiremos peleando. Eso es seguro", añadió.
También la esposa de Ibar trató de mostrarse optimista asegurando entre sollozos que tiene "esperanza en el Supremo" y que "finalmente saldrá bien", al tiempo que, casi sin poder hacerse entender, tuvo palabras de agradecimiento para quienes apoyan a su marido.
"Estoy muy descontento pero sigo creyendo en nuestros argumentos. Vamos a ir al Supremo", dijo a Efe Waxman, también visiblemente afectado por una decisión que mina la esperanza de que Ibar abandone el corredor de la muerte donde lleva once años.
El letrado admitió que el proceso que ahora comienza será largo.
"Tenemos 30 días para presentar una notificación al Supremo de Florida indicando que vamos a apelar", afirmó.
Luego, se interpondrá el recurso de apelación, para lo que "habrá que reunir todos los documentos, un proceso muy largo y laborioso", dijo el abogado.
La decisión del Supremo se puede hacer esperar "dos o tres" años, según Waxman, quien insistió en que "vamos a hacer todo lo que podamos, obviamente, para hacer valer nuestros argumentos. Yo todavía creo en ellos".