El acusado de violar a su hermanastra de 9 años en Fuenlabrada niega haberla tocado

Madrid, 13 feb (EFE).- El joven acusado de violar a su hermanastra de 9 años en el piso familiar de Fuenlabrada, y para quien la Fiscalía ha pedido 15 años de cárcel, ha asegurado hoy que nunca tocó a la menor y que desde que su madre le denunció en 2009 por esos supuestos hechos ha perdido toda relación con su familia.

La noche del 5 de septiembre de 2009 "mi madre empezó a golpearme con una silla" recriminándome que mi hermana le había dicho que la había violado, ha recordado en la Audiencia Provincial el procesado, Armengol L.B., que entonces tenía 23 años.

Ha destacado que él mismo decidió ir voluntariamente a la comisaría a aclarar la acusación de su hermana y de su madre y que no tuvo reparos en que le cogieran pruebas biológicas.

"Nunca la he tocado, no me entra en la cabeza, es incomprensible para mí que me acusen de eso", ha resaltado el joven.

Sin embargo, la menor, nacida en el año 2000, ha relatado por videoconferencia que Armengol la cogió del brazo y la llevó a su habitación, donde abusó de ella, momento en que por estar "muy nerviosa" no gritó para pedir ayuda.

Después, contó lo sucedido a otro hermano que estaba en el piso y éste llamó a la madre, que al llegar del trabajo llevó a su hija al médico, ha relatado.

La menor ha manifestado que se llevaba bien con su presunto agresor, al que yo no ha vuelto a ver, y ha aseverado que nunca ha inventado "nada" de lo sucedido.

La madre del procesado y de la víctima, que son hijos de diferentes padres, se ha negado a declarar, aunque en la sala donde se ha celebrado el juicio ha sufrido un ataque de ansiedad mientras gritaba "¡Ay mi niña!", y el tribunal de la sección 29 la ha remitido al médico de la Audiencia madrileña.

Por su parte, las doctoras que analizaron a la pequeña han declarado que encontraron en ella restos biológicos de su hermanastro.

La abogada de Armengol, que pide su absolución y pone en duda la veracidad de la acusación, ha insistido en destacar en que al tratarse de una familia numerosa las ropas de los hermanos se lavaban juntas, apuntando así que quizá por ello pudieran unirse los restos biológicos de los mismos.

Como alternativa, la letrada ha pedido que sea condenado a dos años por un delito de abuso sexual en grado de tentativa.

El fiscal solicita, además de la pena de cárcel por un delito de violación, aunque no continuado como pedía al principio, que el acusado indemnice a la víctima con 60.000 euros por el daño moral producido y que no se acerque a ella en diez años después de cumplir la pena que se le imponga.