Un centenar de personas condena el asesinato de una mujer en Tarragona

Tarragona, 10 ene (EFE).- Un centenar de personas ha guardado hoy un minuto de silencio frente al Ayuntamiento de Tarragona para condenar el asesinato de una ciudadana de esta localidad el pasado domingo día 8 a manos, presuntamente, de su expareja.

Convocados por el consistorio, un centenar de ciudadanos se ha concentrado en la plaza de la Font para mostrar su repulsa por este crimen.

Pese a la ausencia del alcalde, Josep Fèlix Ballesteros, y del delegado del Govern en Tarragona, Quim Nin, han asistido diversos concejales de los cuatro partidos con representación municipal, como los socialistas Carles Castillo, Pau Pérez, Francisco Zapater, Joan Sanahujes, Begoña Floria, Carme Crespo o Victòria Pelegrín, la ecosocialista Arga Sentís, la convergente Victòria Forns o los populares Judith Heras o José Juan Acero.

Asimismo, ha estado presente el subdelegado del Gobierno en funciones, Ramon Inglés.

En el acto, la teniente de alcalde de Servicios a la Persona y Políticas de Igualdad, Victòria Pelegrín, ha lamentado los hechos, ha expresado su apoyo y pésame a la familia de la fallecida y ha manifestado su "indignación y rabia" por el suceso, que costó la vida a Rosa, de 42 años, que trabajaba como bedel en el colegio público del Serrallo.

Por otra parte, los Mossos d'Esquadra han confirmado a Efe que el detenido ayer como supuesto autor del homicidio es el ciudadano brasileño Amir S.S., de 54 años, que había mantenido una relación sentimental con la fallecida hasta hace pocas semanas.

Los Mossos acusan al detenido de homicidio y de ser el presunto autor material de la muerte de Rosa, viuda y con dos hijas, una de las cuales, de 21 años, fue quien la encontró sin vida en la cama hacia las 14.30 horas del domingo, al presentarse en su casa para saber por qué su madre no contestaba a sus llamadas cuando habían quedado para comer.

La fallecida presentaba cortes en los brazos y dos heridas de arma blanca en el pecho.

El suceso tuvo lugar en el piso sexto primera del número 30 de la calle Caputxins de Tarragona, propiedad de la suegra de la fallecida, que pasaba allí algunas temporadas y adonde había vuelto recientemente tras romper la relación que mantenía con el hombre ahora detenido, que declarará durante el día de hoy en dependencias policiales y mañana pasará a disposición judicial.