
Barcelona, 28 dic (EFE).- Los Mossos d'Esquadra han confirmado hoy la detención en Barcelona, en colaboración con la Policía Italiana, de Carmelo Gallico, de 46 años y presunto jefe de la mafia calabresa, en una vivienda del distrito del Ensanche de Barcelona.
Gallico, que se encontraba huido de la Justicia italiana, fue detenido el pasado 23 de diciembre en una operación conjunta de las policías italiana y catalana, dirigida por la Fiscalía de la República de Italia del Tribunal Ordinario de Reggio Calabria -Dirección del Distrito Antimafia.
Fuentes de los Mossos han destacado que el detenido, que está pendiente de ser extraditado a Italia, pertenece a la Ndrangheta, la organización criminal unitaria más poderosa de la mafia calabresa, y que se había refugiado en Barcelona para reanudar su actividad criminal, interrumpida por la detención de varios miembros de su clan familiar en Italia.
También han señalado que al detenido se le acusa de asociación mafiosa, homicidio, extorsión y blanqueo de capitales, entre otros delitos.
Durante su estancia en Barcelona, Carmelo Gallico sólo se relacionaba con personas de su absoluta confianza, y en su rutina diaria pasaba horas en la biblioteca, en un gimnasio cercano y en determinados bares del Ensanche donde se sentía seguro.
Las mismas fuentes han remarcado que a raíz de una gran operación policial llevada a cabo en noviembre en Italia contra miembros de su clan familiar, dirigida por el Fiscal de la República Giuseppe Pignatone, el detenido se volvió todavía más prudente y cambió de domicilio, instalándose en un segundo piso del Ensanche barcelonés, en el que fue detenido.
La policía sospecha que antes de su detención, y al sentirse asediado, Gallico había planeando su fuga a otro municipio o a un nuevo país, y que mientras tanto se había impuesto una medidas de seguridad que incluían el pasar días enteros sin salir del piso y llevar a cabo todos los contactos telefónicos desde locutorios de la ciudad, siempre diferentes, para dificultar su seguimiento.
En el registro domiciliario llevado a cabo tras su detención, la policía encontró 4.800 euros en efectivo, numerosa documentación y aparatos electrónicos como ordenadores y memorias USB que tanto la Fiscalía italiana como los Mossos d'Esquadra están investigando.
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