
El Tribunal de Justicia de la UE dictó ayer martes 6 de julio de 2010 una sentencia en la que aclara los derechos de propiedad industrial y comercial, en el campo de la protección jurídica de las invenciones biotecnológicas y las patentes que protegen productos que contienen o consisten en una información genética.
La sentencia de los jueces comunitarios concluye que "el artículo 9 de la Directiva de la UE de 6 de julio de 1998, relativa a la protección jurídica de las invenciones biotecnológicas, debe interpretarse en el sentido de que no confiere protección de los derechos de patente en circunstancias como las del litigio principal, cuando el producto patentado se contiene en la harina de soja, donde no ejerce la función para la que fue patentado, pero la ejerció antes en la planta de soja, cuya harina es un producto derivado, o cuando podría posiblemente volver a ejercer esa función, después de ser extraído de la harina y posteriormente introducido en la célula de un organismo vivo".
Dicho de una manera más simple y aplicada al litigio concreto que ha motivado la sentencia comunitaria, la multinacional Monsanto no puede prohibir que se comercialice en el Viejo continente harina de soja importada de Argentina que contiene, en estado residual, una secuencia de ADN patentada por dicha empresa. Una patente europea sólo puede invocarse respecto a una invención que ejerce efectivamente la función para la que fue patentada.
Importación a Holanda
Monsanto tiene desde 1996 una patente europea sobre una secuencia de ADN que, introducida en el ADN de una planta de soja, la hace resistente a un herbicida denominado glifosato, utilizado habitualmente en la agricultura. Los productores pueden así eliminar las malas hierbas sin dañar sus cultivos.
Esta soja modificada genéticamente se cultiva en grandes cantidades en Argentina, donde la invención de Monsanto no goza de la protección de una patente. En 2005 y 2006, algunas empresas europeas importaron a Holanda harina de soja de Argentina. Un análisis realizado tras ser solicitado por Monsanto, reveló la presencia de ADN transgénico protegido en la UE.