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El CES reclama eliminar las barreras que sufre la mujer en el trabajo
Pedro del Rosal
Entre 2014 y 2015, mientras la tasa de empleo masculina tuvo un aumento de 4,2 puntos, la femenina lo hizo en 2,9 puntos. "Una diferencia llamativa!, según el Consejo Económico y Social (CES), si se compara con la evolución en la Unión Europea, en la que la evolución fue igual para ambos sexos, con un incremento de 1,7 puntos en ambos casos.
Estos datos son analizados en el informe La participación laboral de las mujeres en España, aprobado el 21 de diciembre, que pretende denunciar las "barreras y obstáculos estructurales" que aún lastran la mejor y mayor participación laboral de las mujeres y elaborar un catálogo de propuestas para avanzar en dicho objetivo.
Además de por razones de "equidad", el documento asevera que "cerrar esta brecha es importante, en un contexto de envejecimiento de la población, para mantener una senda de crecimiento sostenible".
Límites y propuestas
De entre las barreras con las que se encuentran las mujeres a lo largo de su vida laboral, el informe destaca una de tipo cultural. Así, a pesar de que su participación laboral es mayor, esto "no se ha traducido de manera significativa en una menor atribución de responsabilidades domésticas".
En la misma línea, el CES refleja como problemático el mayor número de interrupciones que experimentan a lo largo de su carrera profesional, lo que puede provocar, "una relación más débil del género femenino con el empleo".
El informe también detecta una menor presencia femenina en las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, "disciplinas de mayor demanda potencial".
La precariedad también plantea problemas. La incidencia de la temporalidad entre las mujeres -el 25,8 por ciento en 2015- es muy similar a la que hay entre los hombres -el 25,6 por ciento-, pero el CES asegura que sufren mayor frecuencia de contratos de corta duración.
La situación es peor en el trabajo a tiempo parcial. Estos contratos representan un 25 por ciento del empleo de las mujeres, frente a un 7,9 por ciento entre los varones. Los salarios, por su parte, son un 13 por ciento inferiores para las mujeres, según datos de 2014.
Para mejorar esta situación, el CES propone un amplio paquete de medidas, entre las que destaca revisar los incentivos dirigidos a las mujeres, potenciar su participación en la formación profesional, y ampliar la cobertura de las guarderías y otros servicios educativos para los bebés y niños pequeños. Asimismo, reclama potenciar una fiscalidad que fomente la participación laboral de la mujer, intensificar esfuerzos contra las diferencias de salario y que la negociación colectiva juegue un papel protagonista en la ordenación del tiempo de trabajo.