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Convocantes de las marchas se desvinculan de los incidentes y sopesan una denuncia
Miembros de este colectivo comparecieron este mediodía ante la prensa en el Parlamento de Galicia para denunciar la actuación policial y lo que consideran "mentiras" en torno a los actos violentos en la protesta.
Así, Rafa Escudero, secretario general del Sindicato Ferroviario, manifestó que el argumento jurídico de la Delegación del Gobierno en Madrid para plantear una demanda a los organizadores de las marchas "no se sostiene" y denunció una "campaña de mentiras" que coincide con los principios de la propaganda de Goebbels, apuntó.
La manifestación fue "tranquila, pacífica" y la respuesta del Gobierno fue intentar "silenciarlo", y para hacerlo "era imprescindible que los telediarios apareciesen con noticias diferentes a la manifestación, para que se hablase de las cargas policiales.
En este sentido, relató que los incidentes surgieron cuando cerca de la sede del PP en la calle Génova aparecieron tres personas que no procedían de la manifestación, que portaban una enorme bandera negra y tiraron petardos contra el control policial, pero en lugar de cargar contra ellos, dijo, los agentes lo hicieron "indiscriminadamente" contra los manifestantes.
Escudero insistió en que los convocantes están en contra de la violencia "toda, me refiero a toda, a la de la Policía también", y en que quien la causó no fueron los manifestantes.
Manuel Caamaño, de la CUT, lamentó la "campaña infame de intoxicación del PP y de la señora Cifuentes", delegada del Gobierno en Madrid, y lo que consideró una campaña para "criminalizar" un movimiento "que va a ser imparable".
Recordó que en el colectivo que impulsó las marchas hay dirigentes sindicales así como personas de distinto perfil político e ideológico. "Somos la resistencia gallega", dijo haciendo un juego de palabras sobre las fuentes que atribuyen los disturbios al independentismo.
"Los despropósitos de esta señora -Cifuentes- no tienen precedente", subrayó Caamaño, que señaló que como se sabía que la manifestación iba a ser multitudinaria, "prepararon todo un dispositivo, Policía incluida, para tratar de reventar" el acto.
"Ahora se presentan los cazadores diciendo que los pajaritos iban detrás de ellos; esto es de un cinismo escandaloso", apuntó el dirigente sindical, que insistió en que el PP se ha embarcado en una "campaña difamatoria".
La "artimaña de imputar a cuatro chavalitos" los incidentes revela que estamos "en un estado de derechas y no de derecho", pero reiteró que "no nos van a amilanar" e indicó que los equipos jurídicos de los promotores de las marchas sopesan una denuncia por entender que la actuación "estaba premeditada" y habló de la existencia de un operativo "parapolicial".
Caamaño denunció que se emplease una muleta "que le fue cogida a un pringado hace una semana" para ser exhibida como un instrumento para la violencia, o el empleo de una fotografía de hace un año de un tirabolas de acero. "Todo esto está hecho por las cloacas del régimen; esto es un auténtico montaje", señaló Caamaño, que insistió en que las marchas continuarán.
La diputada de AGE Eva Solla, que participó en las marchas, calificó de "completamente vergonzosa la criminalización de una protesta totalmente pacífica y ciudadana" y denunció también la "manipulación y el silencio informativo" sobre las marchas.
La manifestación transcurrió "con total normalidad", dijo, en un ambiente festivo y de "lucha digna".
Preguntada por la publicación de que Resistencia Galega estaba tras los disturbios, Solla manifestó que le parece que la "inventiva del Gobierno no tiene límite ninguno".
Aunque dijo desconocer quién comenzó los disturbios, "está claro que era un desalojo de la plaza previamente planificado", como, en su opinión, ocurre en numerosas manifestaciones en las que se recurre a la "carga indiscriminada".
A su juicio, "alguien debería dimitir y dar explicaciones por lo sucedido".