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Gu Kailai conocerá su veredicto el próximo lunes



    Pekín, 17 ago (EFE).- Gu Kailai, la esposa del depuesto alto dirigente chino Bo Xilai, sometida a juicio la semana pasada por la muerte de un empresario británico, conocerá su veredicto el próximo lunes.

    Según indicaron hoy funcionarios del Tribunal Intermedio de Hefei, donde se celebró la audiencia contra Gu la semana pasada, la vista para la lectura del veredicto comenzará a las 09.00 horas locales (01.00 GMT) del lunes 20.

    Gu está acusada, junto al empleado de la familia Zhang Xiaojun, del asesinato premeditado del empresario Neil Heywood el pasado noviembre, en un caso que forma parte del mayor escándalo en las altas esferas políticas chinas en los últimos diez años.

    Aunque se desconoce aún el veredicto, las declaraciones del tribunal y de los medios oficiales chinos tras el juicio dejan poco lugar a dudas de que la esposa del otrora todopoderoso jefe del Partido Comunista de China en la ciudad de Chongqing será declarada culpable.

    En su día, el tribunal de Hefei había declarado que estaba "claro que han violado (Gu y Zhang) el derecho penal y tienen responsabilidades".

    El tribunal de Hefei también había afirmado que Gu no había presentado objeciones a los cargos.

    Y la agencia oficial Xinhua, en un largo reportaje sobre el juicio, reveló que en sus declaraciones ante el tribunal la antaño famosa abogada aseguró que "aceptará con calma cualquier sentencia" por sus actos, que "han causado grandes pérdidas al Partido (Comunista) y el país", reveló hoy la agencia oficial Xinhua.

    De ser declarada culpable, la esposa del ex dirigente chino podría ser condenada a muerte.

    Los analistas, no obstante, consideran que se le impondrá una condena a muerte suspendida, una figura legal que permite conmutar la pena capital por la cadena perpetua si el reo demuestra buen comportamiento durante un periodo determinado.

    Durante el juicio se argumentó que Gu había actuado de esta manera para proteger a su hijo, Bo Guagua, al que Heywood, según la versión del tribunal, había amenazado tras una serie de desacuerdos económicos con la familia.

    Los expertos que declararon ante el tribunal alegaron que la mujer había sido tratada en el pasado por insomnio crónico, ansiedad y depresión.

    Gu había tomado ansiolíticos, antidepresivos y sedantes, tras lo cual "desarrolló cierta dependencia física y psicológica" de estos fármacos, "lo que resultó en desórdenes mentales", señalaron expertos ante los jueces, si bien descartaron que esto sea eximente, ya que la mujer actuó plenamente consciente.

    Según la versión de los testigos en el juicio recogida por Xinhua, en noviembre Heywood viajó desde Pekín a un hotel de las afueras de Chongqing por invitación de Gu, y fue invitado a beber vino; tras sentirse mal, vomitó en el baño, donde la esposa de Bo le dio a beber una botella de agua en la que había diluido cianuro.

    Tras ello, Gu dejó unas pastillas con sedantes en la habitación para simular un accidente y salió de la habitación poniendo el cartel de "no molestar" en la puerta, por lo que los encargados del hotel no descubrieron el cuerpo del empresario hasta el día siguiente.

    Inicialmente las autoridades atribuyeron a un exceso de alcohol la muerte de Heywood, cuyo cuerpo fue incinerado.

    El escándalo se desató el pasado febrero cuando Wang Lijun, vicealcalde de Chongqing y mano derecha de Bo, pidió asilo en el consulado de EEUU en la localidad de Chengdu, próxima a Chongqing.

    Allí Wang, que también podría ser juzgado en los próximos días por traición, denunció, supuestamente, la mala praxis de Bo y los vínculos de Gu con la muerte de Heywood, un viejo amigo de la familia.

    El 10 de abril, Gu y Zhang fueron declarados "altamente sospechosos" de la muerte del empresario.

    Entonces, y de forma casi simultánea, también se reveló la suspensión de Bo Xilai del Politburó y del Comité Central del PCCh por "supuestas irregularidades", sin vincular ambos casos.

    Hasta entonces, se daba por seguro que cuando el PCCh celebre su XVIII Congreso en octubre, el carismático Bo, de 63 años y uno de los políticos más populares en China, sería uno de los nuevos miembros del Comité Permanente del Politburó, el órgano de dirección colegiada del Partido.